La siderúrgica paralizó la operación del 85% de su planta. La medida dejó suspendidos a más de 500 trabajadores durante una semana y refleja la profundidad de la crisis industrial

La siderúrgica Acindar, emblema industrial de Villa Constitución, detuvo desde este sábado gran parte de su producción y suspendió a 500 trabajadores hasta el próximo lunes 4 de agosto. La decisión fue tomada por el grupo ArcelorMittal —controlante de la firma— ante la fuerte caída de la demanda interna de acero y el aumento de importaciones, especialmente desde China.
Según confirmó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el parate afecta sectores clave de la acería, como el tren laminador N°1 y el área de reducción directa. La empresa advirtió que mantiene un excedente mensual de entre 15.000 y 20.000 toneladas sin destino en el mercado nacional, motivo por el cual mantiene su operación al mínimo.
Desde principios de 2024, Acindar opera con el 50% de su capacidad. Con la actual medida, se activó el acuerdo vigente que contempla el pago del 75% del salario para los trabajadores suspendidos hasta diciembre. Además, la compañía reabrió su programa de retiros voluntarios.
Impacto nacional y conflicto gremial
La nueva paralización agrava el conflicto entre la UOM y la patronal a nivel nacional. En Tierra del Fuego, el gremio anunció un paro para el 6 de agosto en rechazo a la liberalización de importaciones, una política que —según la UOM— amenaza la producción local y los puestos de trabajo.
“A pesar de las reuniones, no hay soluciones concretas para nuestro reclamo en defensa de los trabajadores y la industria nacional”, señaló en un comunicado el sindicato que conduce Abel Furlán.
El secretario general de la UOM Rosario, Antonio Donello, también expresó su preocupación: “Nuestro sector está sufriendo la política de este gobierno que no piensa en la industria nacional. Liberaron todas las importaciones y eso hoy está haciendo estragos en muchas fábricas”.
La Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) reportó una caída del 2,2% en el empleo interanual del sector y una contracción del 0,3% respecto a mayo. El panorama de recesión, sumado a la competencia desleal con productos importados, pone en jaque a la industria del acero y a miles de trabajadores.