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Desregular: transferir el poder regulatorio desde el Estado a los sectores concentrados

El licenciado en Economía y doctor en Ciencias Sociales Guillermo Peinado interpela las consignas del espacio que catapultó a Javier Milei a la Presidencia. Dogmas sobre las causas de la inflación y un proceso con los mismos ganadores y perdedores de siempre

Este miércoles, el presidente electo Javier Milei advirtió, apenas regresó al país de un corto viaje a los Estados Unidos, que los primeros meses de su gestión serán igual o peor que los actuales, y describió ese paisaje como de “estanflación“.

Peinado aludió al término como el típico recurso de los economistas para mostrarse eruditos o profundos. Y, en diálogo con Apuntes y Resumen, explicó que estanflación es la conjunción de estancamiento económico e inflación. En realidad, aclaró, es una situación en la que ya está la Argentina. Porque se sucedne años de inflación creciente a los que, en los últimos tiempos, se sumó el estancamiento económico.

Lo que dice Milei es que el escenario no va a cambiar, bajó a tierra el economista de la UNR. Que no se materializarán promesas de campaña como que los costos de un “ajuste” considerado inevitable los va a pagar la “casta”, y que con ello el mercado habilitará el ascenso social y económico según los méritos individuales.

Los que no tienen trabajo, o estén en la informalidad laboral, no van a mejorar su situación. Y los que tienen empleo formal, lo podrán perder, enumeró Peinado lo que esconden las advertencias del próximo presidente. Los ganadores del proceso serán los mismos de siempre. En resumen, la redistribución de las rentas no irá para el lado de la justicia social.

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Lo que dice el libertario, tradujo Peinado, es que la única forma de atacar la inflación es con recesión. Y que la fórmula mágica para ello es el corte absoluto de la emisión monetaria. Pero los dos últimos años del macrismo, sin emisión y con inflación, desmienten esa conceptualización que remite como único culpable del aumento generalizado de precios al Estado, y ello como representación de lo colectivo.

El docente de la UNR leyó las declaraciones de Milei como el aviso de que su gestión no atenderá el cuadro social ni productivo. Y eso, aclaró, no es nada nuevo: la vuelta a la década de los 90.

 

Subsidios y regulación: seguirán, con otro esquema

Más allá de las declaraciones del fundador de La Libertad Avanza, dijo Peinado, lo que estimó es que los subsidios se reconfigurán en beneficio de los grandes actores económicos. Eso, con el pasaje de los indirectos actuales, que están centrados en el consumo, como por ejemplo los energéticos, a los directos: a las petroleras, con la lógica de una producción destinada mayoritariamente a la exportación. El negado endeudamiento externo, al tenor de los trascendidos sobre las reuniones mantenidas en Estados Unidos por el confirmado futuro ministro de Economía, Luis Toto Caputo, también se profundizará. Y, como en los tiempos del macrismo, serán más préstamos de dólares que deben devolver todos los argentinos para que unos pocos, poderosos, los fuguen del sistema.

El economista de la UNR hizo foco en la prédica desreguladora del neoliberalismo ahora potenciada por el emergente libertario. Siempre hay regulaciones, lo que se discute es si las diseña el Estado, como representante colectivo, de las mayorías, o lo hace el “mercado”, designación para los intereses de los sectores económicos hegemónicos. “Se proclaman desregulaciones pero lo que se hace es regular diferente“, resumió Peinado. Y puso como ejemplo el caso de los medios de comunicación y la amenaza de retirarles la pauta oficial. Más allá de que se cumpla, o se lo haga a medias en función del acompañamiento o crítica a la gestión, siguió Peinado, una decisión así lo que hace es dejar el financiamiento de los medios exclusivamente en poder de las empresas a través de la publicidad, con el resultado de una dependencia más fuerte de los primeros respecto de las segundas. Y los transforma en voceros de sus intereses.

Es, sintetizó, una transferencia del poder regulatorio del Estado al mercado. En el caso del sistema de medios, con la consecuencia de la caída de los alternativos, los no hegemónicos, y una mayor concentración de las voces con llegada masiva.

 

¿Marchas y contramarchas o estrategia?

Peinado también se refirió a las aparentes contradicciones involuntarias de los dichos de Milei y su entorno. Más que verlas como un error, consideró que la estrategia de campaña, y ahora como presidente electo, se basa en lo que se conoce como infodemia, el vuelco masivo de información, la contradicción, la negación de declaraciones que incluso están grabadas, es un efecto buscado. Esa sobreabundancia, confusa además en sus enunciados, tiene un propósito: reducir la posibilidad de procesarla.