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Sólo el 1 por ciento de los trabajadores formales pagará Ganancias

Por resolución ejecutiva el Ministro de Economía, Sergio Massa, dispuso aumentar el piso de ingreso salarial alcanzado por el impuesto. Ese piso se eleva en septiembre a 1.770.000 pesos, equivalente a 15 salarios mínimos de 118.000 pesos. De los 890 mil asalariados que en agosto estaban alcanzados por el impuesto, en septiembre sólo quedarán 90 mil

El Ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, determinó la suba del piso del Impuesto a las Ganancias sobre sueldos y salarios formales, llevando al piso imponible a 1.770.000 pesos, y reduciendo así a la masa trabajadora alcanzada por el tributo al 1 por ciento.

Massa, en su declaración, señaló que este movimiento se produce después de un acuerdo con la dirigencia sindical, marcando un hito en la colaboración entre el gobierno y los trabajadores. “Esta es una medida que busca aliviar la carga fiscal de los asalariados y proporcionar un respiro financiero a quienes dependen de sus sueldos”, destacó el Ministro.

El anuncio también incluyó la promesa de enviar un proyecto de ley al Congreso que prevé la eliminación de la cuarta categoría a partir de 2024, una categoría que afecta a los “Ingresos del trabajo personal en relación de dependencia” y a las jubilaciones.

Para profundizar en los detalles de esta medida, Carolina Berardi, analista económica del Centro de Economía Política Argentina, compartió su perspectiva con La Marca de la Almohada.


Berardi explicó el impacto del aumento del piso de ingreso salarial alcanzado por el impuesto. En agosto, se fijó en 700.875 pesos, pero en septiembre se elevó a 1.770.000 pesos, equivalente a 15 salarios mínimos de 118.000 pesos. Según el Ministerio de Economía, esta modificación reducirá drásticamente el número de asalariados afectados, pasando de 890 mil en agosto a tan solo 90 mil en septiembre.

“Lo que estuvimos viendo es qué porcentaje de los trabajadores asalariados están tributando el Impuesto a las Ganancias y cuántos dejan de hacerlo tras esta medida”, sostuvo Berardi. “La posibilidad que tiene Sergio Massa es subir el mínimo no imponible, no puede desarticular este impuesto porque para ello se debe aprobar en el Congreso”, expresó.

Berardi señaló que, según los resultados obtenidos, en estos momentos menos del 10 por ciento de los trabajadores asalariados tributan el Impuesto a las Ganancias, y con este cambio, ese porcentaje disminuiría a menos del 1 por ciento del total de trabajadores en blanco.

La analista económica también proporcionó contexto histórico al mencionar que en 2007, el 8 por ciento de los trabajadores tributaban el impuesto, y en 2015, a pesar de las promesas de que no pagarían más ganancias, ese número aumentó drásticamente, alcanzando el 30 por ciento de la masa trabajadora formal.

Berardi enfatizó que esta medida es parte de un esfuerzo de más de una década por parte de Massa para establecer la idea de que el salario no debe considerarse ganancia. “La idea es atar este piso al salario mínimo vital y móvil. Antes se hacía en función del Ripte que va midiendo la evaluación de los salarios, los cuales aumentaban por cuestiones de inflación y no por que hayan logrado un avance en poder adquisitivo”, subrayó la analista del Cepa.

En cuanto a la destinación del dinero que dejará de pagarse en impuestos, Berardi mencionó que la intención es impulsar el consumo, aunque sin garantías absolutas. También mencionó posibles compensaciones en la recaudación del Estado, como el Impuesto País a los bienes importados, así como el proyecto de blanqueo de capitales que aún no ha llegado al Congreso y que podría proporcionar una fuente de ingresos a largo plazo a través de Bienes Personales y Ganancias.