Melisa Herrero, referenta de Vecinales Unidas de Rosario, se refirió a las repercusiones del desembarco de fuerzas federales a los barrios, tras los episodios de violencia de Empalme Graneros y el ataque a balazos al comercio de la familia de Antonela Roccuzzo
Tras los hechos sucedidos en Empalme Graneros, donde falleció un nene de 11 años y resultaron heridos tres niños más, además de la posterior pueblada, y luego del ataque a balazos del supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo, el presidente Alberto Fernández tomó la medida de enviar a Rosario 300 gendarmes y 100 efectivos de la policía federal. A dos semanas del desembarco de las fuerzas a la ciudad, la integrante vecinal Maradona y referenta de Vecinales Unidas de Rosario, Melisa Herrero, conversó con La Marca de la Almohada sobre las repercusiones.
“Esto va a calmar quizás en algunos barrios la ola de violencia extrema pero la verdad es que el problema de fondo no se está abordando. Nosotros siempre hacemos hincapié en que esta violencia tiene muchas causas y hay que abordarlas todas de manera integral”, declaró. Y agregó: “Que haya gendarmes en Rosario evidencia que fracasó la política de seguridad para nuestra provincia. Lo más urgente a resolver es mayor presencia policial en los radios para prevenir la violencia, que haya patrullajes para traer tranquilidad al vecino”.
Además, destacó que la medida resulta insuficiente: “Esto no nos alcanza, se tiene que trabajar de manera estratégica en cada zona, porque no es lo mismo trabajar por ejemplo con barrio Abasto que trabajar con Los Pumitas. Se tiene que empezar a pensar en un plan de todos los sectores políticos pero sobre todo haciendo hincapié en escuchar a las organizaciones sociales que estamos en los territorios”.
Sobre la situación que está atravesando el barrio Los Pumitas, señaló que son muchas las actividades que se llevan a cabo para mejorar la perspectiva de vida de los vecinos: “Hay un comedor, hay una organización que trabaja para recuperar a los chicos que tienen problemas con las adicciones, hay maestras de escuelas publicas que después de lo de Máximo (el chico de 11 años baleado en el ataque) ellas tuvieron que dar clases”. Por eso, considera necesario “reunir a toda esa gente que está haciendo fuerza en los barrios y darle todo el apoyo y los recursos que necesiten”.
También expresó que, en general, se observa “muchísimo abandono, las calles están rotas, los árboles tapan la poca luminaria que hay y eso también genera violencia, el vecino se siente abandonado. Por eso cuando hablamos de los planes integrales, necesitamos que estén los tres niveles del Estado trabajando de forma conjunta y que sea prioridad”.
Finalmente, sobre las expectativas que genera la presencia policial para aminorar la violencia, sentenció: “Si paralelamente no se aborda de otra manera, esto no sirve para nada. Cuando se va gendarmería y se van los medios nacionales, lo que quedan son los vecinos y las organizaciones sociales solos y amenazados”.