La falta de oxígeno y la reducción del espacio de agua enfilan como las principales causas más allá de la posible contaminación. Desde la provincia tomaron muestras con el fin de determinar qué ocasionó la muerte de la fauna ictícola
Cientos de peces muertos aparecieron este martes en el arroyo Ludueña, cerca del shopping Portal Rosario, tal como viene sucediendo en otros cursos de agua como consecuencia de la sequía y también la contaminación ambiental.
El Ludueña, en este caso, viene siendo eje de discusión desde hace muchos años por la cantidad de basura y contaminación que se detecta en el agua y que padecen los vecinos. Los niveles de podredumbre en el ambiente y la peligrosidad de convivir con agua tóxica generan que incesantemente las personas estén pidiendo una solución definitiva.
En diálogo con La Marca de la Almohada, Carolina Lobato, integrante de la Cooperativa de pescadores Siglo XX, opinó sobre el suceso y expresó: “La principal causa de lo que sucede en el Arroyo Ludueña es la falta de oxígeno. Se debe al ingreso de las tapias que obstaculizan la posibilidad de las crías de poder boquear en la superficie”.
Y resaltó: “El rellenado y la acumulación de residuos ha reducido enormemente la superficie y esto también altera el normal desarrollo de los peces, en este caso del sábalo”.
“La obra que se está ejecutando sobre el Arroyo Ludueña ha afectado la superficie de agua que encontraba allí. El rellenado y los pilotes que se instalaron allí disminuyeron en forma considerable el curso de agua, y eso afecta al desarrollo de criado de los peces”, concluyó.
Una historia de desmanejo y el necesario cambio de paradigma
La periodista especializada en temas medioambientales Jorgelina Hiba recordó en Apuntes y Resumen la importancia de los arroyos Ludueña y Saladillo, que en su momento, el primero al norte y el otro al sur, fueron los límites de lo que e ntonces era, precisamente, el Pago de los Arroyos, hoy Rosario.
Hiba, más allá del hecho puntual de los últimos días, señaló la necesidad de un cambio de paradigma en la gestión y concepción de este tipo de cursos de agua, cuyas cuencas también son humedales reservorios de biodiversidad y en sí mismos conectores biológicos: hace tiempo se tendría que haber superado la concepción de vertederos de residuos industriales o domiciliarios. Y, sin embargo, una de las probables causas de la mortandad de miles de peces es la acción del hombre en ese sentido. Por ausencia de estrategias de gestión y por falta de controles y sanciones.
la cuenca del Ludueña es fundamental para el sur santafesino. Y también muy impactada por las urbanizaciones en los varios departamentos y unas 15 localidades que incluye.
Eso se combina con un factor natural, el déficit hídrico que el fenómeno de La Niña alarga desde hace casi tres años. Escasa profundidad de los espejos de agua con temperaturas extremas que combinados reducen el nivel de oxígeno en el agua.
“Las crónicas abundan en denuncias sobre vertidos contaminantes tanto en el Ludueña como en el Saladillo, rodeados de industrias”, recordó la periodista. Y destacó, sobre el manejo de la cuenca, el tranbajo realizado por la ONG Taller Ecologista, con propuestas de gestión que hace foco en espacios específicos como el Parque Villarino, dentro del predio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, en Zavalla, y el Bosque de los Constituyentes en Rosario, más la posibilidad de una reserva natural a la altura de Funes, llamada San Jorge.