• Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

Dos sedes sindicales fueron atacadas en el centro de Rosario

Lanzaron bombas molotov sobre el frente del Sindicato de Empleados de Comercio en calle Corrientes al 400 y en la sede de la obra social del Sindicato de Recibidores de Granos, ubicada en San Lorenzo al 2000

Dos ataques incendiarios con artefactos de fabricación casera, con bombas tipo molotov, tuvieron como blanco este lunes al atardecer a sedes sindicales del centro de la ciudad, ubicadas a menos de 10 cuadras de diferencia una de otra.

El primero de los hechos se registró contra el frente de un edificio del Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario en calle Corrientes al 400. En esta oportunidad se trató aparentemente de un explosivo arrojado contra la fachada de la obra social Osecac. En la misma vereda, el edificio del gremio en pleno centro rosarino había sido atacado a balazos en septiembre de 2021.

Silvana Crocci, Pro Secretaria General del Sindicato de Empleados de Comercio, se expresó este martes por la mañana en La Marca de la Almohada y tras los incidentes nocturnos detalló: “Dos personas, masculinos, transitan cuando ya está cerrada la obra social por calle Corrientes, tiran esta botella de gaseosa encendida. Obviamente se apaga enseguida, después se dio aviso a la comisaría y por eso después llegan bomberos y demás, donde ya estaba todo resuelto”.

“No hay ninguna razón. Esto es una locura, todos conocen lo que es el sindicato, el tránsito de gente que tiene, tenemos, con excepción de enero, un promedio de 8, 9 mil personas todos los días en todos los servicios”, indicó Silvana Crocci.

Por otra parte, minutos después se conoció que en San Lorenzo al 2000 la sede de la obra social del Sindicato de Recibidores de Granos sufrió un ataque similar. Aquí, los testigos señalaron que una persona bajó de un auto color rojo, tiró nafta y luego arrojó la molotov iniciando un incendio que pudo ser controlado con extintores sin que se produjeran heridos. Se investiga si hubo vinculación de ambos hechos.

Detrás de las rejas del frente de Osecac, se observaba una botella plástica que podría haber formado parte del artefacto arrojado y además había un fuerte olor a nafta, según relataron testigos.