El acto se llevó a cabo en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Médicas
El Doctor Oscar Bottaso fue distinguido por la Universidad Nacional de Rosario con la “Llave de Trejo”, símbolo de custodia de los valores reformistas. El acto se llevó a cabo en las escalinatas de la Facultad de Ciencias Médicas, y contó con la presencia del rector Franco Bartolacci; el decano Jorge Molinas y el coordinador del Área de Bienestar Universitario, Ricardo Nidd.
El rector Franco Bartolacci aseguró que no había mejor lugar para realizar este reconocimiento que en las escalinatas que por tantos años transitó Oscar Bottasso. “Aspiramos con la Llave de Trejo que suceda lo que está pasando hoy acá: que podamos en el lugar en que mucha gente de nuestra Universidad dejó mucho, dar un mensaje hacia dentro y hacia fuera de lo que debemos ser para garantizar el aporte que la sociedad necesita de parte de la Universidad Pública. En nombre de la UNR le agradecemos a Oscar por transitar nuestra casa de estudios”.
Bartolacci recordó que el reconocimiento de la “Llave de Trejo” fue instituido por el Consejo Superior de la UNR hace pocos meses atrás y que Bottasso es el primer docente de la Universidad en recibirlo. “Representa la custodia de los legados de la Reforma Universitaria, con todo lo que eso significa. Presentamos esta iniciativa para hacer de la fuerza simbólica que tiene la Llave de Trejo, como elemento histórico al proceso que nos dió sentido y origen, un reconocimiento a personalidades que en distintos ámbitos de la vida de nuestra Universidad han hecho mucho para honrar ese legado”.
De esta manera, por unanimidad, el Consejo Superior decidió que el primer docente en recibir la “Llave de Trejo” sea Oscar Bottasso a partir de su extensa trayectoria. “Cuando las instituciones deciden reconocer a alguien dice mucho de la persona pero mucho de sí mismas. Hay en el reconocimiento también un mensaje de los valores que esa institución asume y potencia. No sólo venimos a poner en valor la trayectoria de Oscar, sino que venimos a dar un mensaje de la Universidad que queremos ser. Gracias Oscar por tu compromiso, sensibilidad, rigurosidad, excelencia, y generosidad”, y agregó: “Cuando veo jóvenes que están festejando porque se incorporan a la profesión, aspiro que puedan desarrollarse profesionalmente de la misma manera de vivir la vida que lo hizo Oscar. Ese gracias a Oscar también es un gracias a todas y todos los médicos egresados de nuestra Facultad, que trabajan día a día para fortalecer el sistema de salud”.
Bottasso ha dedicado su vida a la investigación y la docencia de grado y posgrado en la Universidad y en otras instituciones de nuestro país y del mundo. Actualmente, se desempeña como Investigador Superior de UNR y CONICET.
Nacido en Villa Amelia, a 30 km de Rosario, nieto de piamonteses y toscanos e hijo de criollos trabajadores de la sastrería, alternó sus estudios de Medicina con su empleo en la Cooperativa Eléctrica del pueblo, condición ineludible para sostener su carrera, a la que accedió por primera vez y para siempre hace ya más de 50 años.
“Agradezco a la Universidad, la Facultad de Ciencia Médicas, el Conicet, el Consejo de Investigaciones, y a todos con los que compartí en estos años. Vengo de una familia italiana, y en nuestra cultura todos tenemos que tener un lugar. Era asmático y para el campo no servía, por lo que mi maestra de tercer grado le dijo a mis padres que hagan un sacrificio para que pueda estudiar. Gracias al tren y esfuerzo de mi familia pude hacerlo. Me decidí por medicina, me anoté en el curso preuniversitario en octubre de 1970 y ahí empezó mi historia”, recordó Bottasso.
El investigador se recibió en el año 1977 y desde el vamos tuvo en claro que iba a especializarse en inmunología, por lo que fue al Hospital Carrasco. “Trabajé diez años, primero en la sala de enfermedades infecciosas y luego con pacientes con lepra. Esta ciudad es como una gallina grande, que pone a todos los pollitos abajo de ella. Me cobijó y sentí que era un amparado de Rosario y la Universidad”.
A causa de su recorrido académico, fue distinguido como “Profesor Honorario” por la Facultad de Ciencias Médicas y actualmente integra las Comisiones Académicas de Posgrado de dicha unidad académica y del Colegio de Médicos de Santa Fe.
Integrante de múltiples Comisiones Evaluadoras Internacionales y Nacionales, poseedor de más de un centenar de publicaciones en revistas Internacionales de primer nivel científico, entre otras actividades de Medicina Translacional y difusión nacional e internacional de la ciencia, fue nombrado por su trayectoria en 2020 miembro de la Academia Nacional de Medicina.
Además, es miembro de la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe, y ha sido Presidente de la Sociedad Argentina de Inmunología (2002-2004) y de la Sociedad Argentina de Protozoología (2010-2012).
Durante la pandemia, su rol fue fundamental para comprender distintos aspectos de la misma, y ha sido fuente de consulta constante para la Universidad y otros organismos del Estado.
“Acá tuve una buena vida, la pasé muy bien. Sentí que entre esta Universidad y yo no había espacio, éramos la misma cosa. Esta es mi casa, no puedo estar en otro lugar que no sea la Universidad Nacional de Rosario. Si algunos creen que todo viene dado de entrada, no es así: cuando uno se equivoca es un momento de gran aprendizaje, cuando uno se para desde el error puede redefinir la estrategia y no tropezar con la misma piedra. Este reconocimiento es una de las mejores cosas de mi vida”, valoró Bottasso.
Teniendo en cuenta su relevancia en el campo de la investigación y docencia durante casi medio siglo, la UNR resolvió homenajear a Oscar Bottasso con este significativo reconocimiento, confirmando con su ejemplo el valor social de la Universidad Pública.