ABC habló con el psicólogo y docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario Facundo Corvalán, para profundizar sobre esta problemática de la época.
Contrario a lo que se cree, los padecimientos mentales no son un problema poco frecuente. Estudios de la OMS/OPS dan cuenta de que los trastornos mentales están dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en América. En Argentina, 1 de cada 3 personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. Las problemáticas más frecuentes son los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y los problemas por consumo de sustancias (UBA APSA OMS MSAL – 2015).
Para profundizar más sobre la ansiedad, el programa ABC habló con Facundo Corvalán, Psicólogo y Docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.
En primer lugar, el especialista definió a la ansiedad como un estado de ánimo que “invita a la acción” y a un “pensamiento incesante” el cual se traduce en una respuesta hacia estímulos que, en la mayoría de las veces, son indefinidos.
“Este estado de irritación, de querer estar siempre en otro lugar, de no querer esperar, forma parte de la condición humana. La cuestión es cuando esto ya adquiere un nivel de padecimiento que inhabilita a otras funciones de nuestra vida diaria”, explicó Corvalán.
En esa línea, el investigador señaló el momento histórico y el estar inmersos en una cultura ansiógena como dos factores decisivos para comprender este estado de ánimo.
“Hay una invitación continua a estar produciendo y a estar comunicándonos, a estar siempre activos. Estas invitaciones anclan en este estado de ánimo que, si bien forma parte de una respuesta evolutiva, puede alcanzar condiciones de padecimiento subjetivo evitables. Está bueno que tengamos una predisposición a actuar, el tema es cuando esto ya se vuelve de una manera incesante, estamos siempre con una invitación a actuar, a pensar, a querer responder, y muchas veces a estímulos que todavía no han acontecido”, manifestó el psicólogo.
Además, Corvalán diferenció la ansiedad del miedo, diciendo que este último está relacionado a un estímulo en concreto. En cambio, alguien que padece de ansiedad le tiene miedo a algo que aún no aconteció y que, por lo general, tiene un carácter negativo.
Finalmente, el profesional afirmó que es imprescindible hablar sobre de los padecimientos subjetivos y de salud mental a nivel social, ya que permite reconocer estas cuestiones para poder tomar medidas de acción.
“Esta sociedad ansiógena a través de las tecnologías que nos atraviesan y demás, contribuye continuamente a esta cuestión que se ha vuelto una cuestión epidemiológica, se habla de 264 millones de personas con trastornos vinculados a la ansiedad, con datos que hablan de un 20% del mundo adulto involucrado con expresiones ligadas a la ansiedad, estamos ante un tema para trabajar”, concluyó.