Lo dijo la doctora en antropología social y ex Ministra de Seguridad de la Nación en La Marca de la Almohada, donde se refirió a los altos niveles de violencia en la ciudad y las acciones que se pueden llevar a cabo para repararla
Según el informe anual del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, el año pasado Rosario culminó con una tasa de homicidios dolosos de 22,1 de cada 100 mil habitantes, lo que quintuplica la tasa nacional del 2021. En tanto, el 2023 fue recibido con un ambiente caldeado en la ciudad, tras el asesinato de un menor en Empalme Graneros y la posterior respuesta de la familia, el caso de Jimi Altamirano; y, por otro lado, el ataque a balazos al supermercado de la familia de Antonela Rocuzzo. Al 24 de abril, fueron registrados 97 asesinatos en la ciudad en lo que va del año.
En ese contexto, La Marca de la Almohada se contactó con Sabina Frederic, doctora en antropología social y ex Ministra de Seguridad de la Nación para hablar de los altos niveles de violencia en Argentina y en Rosario en particular y las acciones que se pueden llevar a cabo para repararla.
Al respecto, Frederic declaró que “es indispensable que la policía santafesina recupere credibilidad porque no se puede pedir siempre la asistencia de las fuerzas federales. Podría realizarse un shock corriendo a la policía de las calles, para aleccionar a la policía y retomar el control político”. Y añadió: “El problema es esa falta de control político de la policía por parte del gobierno provincial. Una medida como esta tiene antecedentes y ha tenido buenos efectos”.
También destacó la falta de un abordaje integral y el imperativo de actuar inmediatamente, en vistas de las balaceras efectuadas en escuelas en los últimos meses: “Sabemos que el de la violencia no es solo un tema policial, sino la falta de políticas culturales, deportivas, educativas, etc. Pero frente a acciones como ataques a escuelas, es necesario cortar el avance de la violencia de forma urgente”.
En esa línea, la ex funcionaria aseguró que “si no se reconstruye la autoridad policial será imposible terminar con la crisis de violencia. Es necesario recuperar el control del territorio”. Y agregó: “Es necesario que el estado tenga una estrategia clara para enfrentarse al narcotráfico. Pero además debe coordinar y organizar a quienes intervienen en cada acción para lograr un trabajo coordinado. Un año electoral, como este, es el peor escenario para que esto se desarrolle”.
En relación las políticas que llevaron adelante en el período 2019-2021 del Frente de Todos, mientras se mantuvo en el cargo, expresó: “Durante nuestra gestión en el Ministerio de Seguridad de Nación creamos una unidad para trabajar con las causas penales que estaban en la justicia federal, que en ese momento eran cerca de 350. Lo que nos encontramos es que en lugar de unas bandas nos encontramos con más de 20 clanes, es decir, muchas organizaciones más pequeñas”.
En ese sentido, la ex ministra denunció la falta de voluntad de la sede provincial del organismo encargado de fijar las políticas criminales: “El problema es que la provincia, a través del Ministerio Público de la Acusación no tuvo disposición para coordinar un trabajo conjunto. Frente a esa falta de datos se hizo imposible coordinar acciones conjuntas. La gestión de Marcelo Saín estuvo muy enfocada al lavado de activos de personas que formaban parte del gobierno provincial y no priorizar la baja en la tasa homicidios”.
Sobre las reformas policiales, resaltó que “el problema es que estas reformas se piensan contra la policía y no con la policía. Muchas se hicieron desde perspectivas antipoliciales y con una perspectiva desde la universidad que no fortalecieron a la policía”. Además, remarcó su opinión: “No podemos dejar afuera de las transformaciones a los sujetos que forman parte de las estructuras que queremos cambiar. Por eso estas políticas muchas veces fracasan. Creo que esto es lo que sucedió en Santa Fe”.
En relación al tipo de propuestas que realizan las fuerzas políticas progresistas en materia de seguridad, destacó que “es importante no tenerle miedo a la policía y no convertirla siempre en chivo expiatorio. Además, la política de seguridad en Argentina se ha enfocado en el encarcelamiento, algo que perjudica a los sectores medios y populares. Por otro lado, se requiere de vigilancia en las calles para prevenir el delito y no actuar sobre lo que ya sucedió”.
Para finalizar, la doctora en antropología social, sentenció: “También debemos revisar las leyes. Está comprobado que las leyes prohibicionistas o abolicionistas no son efectivas para reducir el delito sino para tener cada vez mayor cantidad de gente presa y mas consumidores. A la vez, es importante trabajar sobre la población carcelaria para impedir la reincidencia”.