El ex director de Federación Agraria Pedro Peretti analizó la complejidad de un escenario que, según la Bolsa de Comercio de Rosario, causará un perjuicio de 10 millones de dólares.
Según un informe del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa), Argentina enfrenta una de las peores sequías de su historia. Casi el 55% de la superficie del territorio está afectada por la falta de lluvias o en condiciones de estrés hídrico. Las consecuencias económicas comienzan a sentirse en varios cultivos, pero las miradas apuntan a la soja, la principal exportación del país.
“La cosecha 2022/23 está bajo las condiciones más secas de los últimos 60 años o más”, asegura un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, que estima que en la llamada zona núcleo, la más productiva, hay un 45% menos de soja. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en tanto, estima un impacto total de hasta 1,8% en el producto bruto interno y una pérdida de exportaciones de hasta US$ 14.115 millones.
Apuntes y Resumen habló con Pedro Peretti, ex director de la Federación Agraria Argentina (FAA), el cual clasificó a la situación como “muy difícil” y estima que casi 1.100.000 hectáreas no se pudieron sembrar.
“El impacto definitivo se va a terminar de medir cuando se coseche. Hoy son estimaciones, muchas de ellas teñidas con operaciones de tipo económico. Hay quien dice 8 mil millones, 10 mil millones, 6 mil millones, el impacto es grande”, manifestó Peretti.
En esa línea, el ex director de la FAA destacó dos cuestiones. En primer lugar, explicó que luego de cada evento de catástrofe climática, como lo es una sequía o una inundación, el productor más grande “resulta mucho más grande” y el productor más chico, desaparece. En segundo lugar, cuestiona la mirada que califica a la sequía como si fuera un fenómeno exclusivamente natural sin incluir como variable las intervenciones humanas.
“A la sequía hay que vincularla con la deforestación, con el modelo de producción de Argentina, con la decisión que tomó Argentina en la década del ’90 de transformarse en un productor de commodities deforestando millones y millones de hectáreas; hay que verla en el marco de la Cuenca del Plata, tiene que ver también con la deforestación que está haciendo Brasil, en Paraguay, cómo se está sojizando la Cuenca del Plata”, estableció Peretti.
Y añadió: “Son todos rayos de la misma rueda: deforestación, sequía, cáncer, accidentes viales, impacto medioambiental, precio de los alimentos, son todos cabos que hay que atar unos con otros. Es el modelo productivo argentino que en algún momento la sociedad y la clase política deberán analizar seriamente porque evidentemente esto está colapsando. Hay que urbanizar el debate rural“.