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El Censo 2022 reveló en Rosario: más hogares unipersonales, menos propietarios y carencias en servicios básicos

Un informe del Censo 2022, realizado por la Usina de Datos de la UNR, reveló cambios significativos en los hogares rosarinos, como el aumento de viviendas unipersonales, la disminución de propietarios, y un marcado déficit en el acceso a servicios básicos como agua, gas y cloacas

El Censo Nacional de Hogares, Población y Viviendas 2022 arrojó datos que reflejan profundas transformaciones en la estructura habitacional de Rosario. Según el informe de la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la ciudad creció un 8,6% en población desde 2010, alcanzando los 1.030.035 habitantes. Sin embargo, el aumento de hogares fue mucho mayor, llegando al 25,4%. Estas cifras evidencian fenómenos como el incremento de viviendas unipersonales y una transición en el régimen de tenencia, que apunta a una mayor cantidad de inquilinos frente a propietarios.

Uno de los datos más destacados del informe es el crecimiento de los hogares unipersonales, que ahora representan el 31% del total, superando a las familias nucleares tradicionales de parejas con hijos, que conforman el 26,4%. Según la Usina de Datos, este fenómeno podría estar relacionado con el aumento de separaciones, el envejecimiento poblacional y la tendencia a la no formación de parejas.

“Estos cambios son significativos porque transforman no solo la estructura habitacional, sino también las dinámicas sociales de la ciudad”, explicó el equipo de la Usina de Datos.

Otro cambio sustancial señalado por el informe es la disminución del porcentaje de hogares propietarios, que pasó del 71,3% en 2010 al 60,5% en 2022. Paralelamente, los hogares inquilinos aumentaron del 18,8% al 26,7%. Esta transición refleja las dificultades económicas de acceder a la vivienda propia en un contexto de aumento sostenido de los precios inmobiliarios y alquileres.

Los hogares que no son ni propietarios ni inquilinos, sino que ocupan viviendas bajo otro régimen, también crecieron del 9,9% al 12,7%, lo que podría estar relacionado con situaciones de ocupación informal o acuerdos no registrados.

En cuanto al acceso a servicios básicos, el informe destacó que el 25,9% de los hogares aún depende de garrafas o leña para cocinar debido a la falta de acceso a redes de gas natural. Esta carencia no solo representa un mayor costo económico, sino también implica desigualdades en las condiciones de vida.

Además, el 2,6% de los hogares no cuenta con agua potable proveniente de la red pública, mientras que el 8,1% carece de cañerías de agua dentro de sus viviendas. Estas cifras resaltan los desafíos que enfrenta Rosario en términos de infraestructura básica.

El acceso a cloacas también muestra un déficit significativo, aunque con mejoras respecto al Censo 2010. Actualmente, el 17% de los hogares no cuenta con este servicio esencial, una reducción notable en comparación con más de un cuarto de los hogares que se encontraban en esta situación hace 12 años.

El informe también incluyó indicadores sobre acceso a tecnología, un reflejo de los cambios culturales y sociales de la última década. El 90,8% de los hogares afirmó contar con acceso a internet a través de un teléfono celular, mientras que el 63,1% tiene una computadora o tablet. Ambos indicadores muestran un aumento desde el último Censo y evidencian la creciente importancia de la conectividad digital.

En conjunto, los datos del Censo 2022 para Rosario retratan una ciudad que enfrenta profundos cambios demográficos y sociales. El crecimiento de hogares unipersonales, la transición hacia un mayor número de inquilinos, y las persistentes carencias en infraestructura básica plantean retos que requieren políticas públicas efectivas para garantizar condiciones de vida equitativas.

A pesar de los avances en algunos indicadores, como el acceso a cloacas y tecnología, los problemas de vivienda y servicios básicos subrayan la necesidad de una planificación urbana integral y sostenible.

Los datos proporcionados por el Censo 2022 no solo ofrecen una fotografía de la situación actual en Rosario, sino que también invitan a reflexionar sobre el impacto de estos cambios en las dinámicas sociales y urbanas de la ciudad. Con una población cada vez más diversa en sus formas de habitar y nuevas demandas en infraestructura y servicios, Rosario debe enfrentar el desafío de adaptarse y responder a las necesidades de sus habitantes para construir un futuro más inclusivo.