La decisión del gobierno nacional de cancelar la financiación de nuevos proyectos científicos hasta 2025 generó alarma en el ámbito académico. Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, expresó su profunda preocupación por el impacto negativo que esta medida tiene en la educación superior y en el sistema científico del país
La comunidad científica argentina recibió un duro golpe tras el anuncio de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación de cancelar la financiación de nuevos proyectos científicos hasta 2025. Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), expresó su preocupación ante la gravedad de esta decisión, señalando que marcó un “retroceso fenomenal para la Argentina”.
Bartolacci, en diálogo con La Marca de la Almohada, explicó que la medida tomada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica no solo representó un ajuste en los recursos, sino que directamente significó “la clausura de investigaciones”. Según comentó, la suspensión de nuevas investigaciones durante al menos dos años fue informada a las autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) por Alicia Caballero, titular de la Agencia.
El rector enfatizó que la medida desconoció el mandato de una ley nacional que obliga al financiamiento estatal de las investigaciones de base. “Lo que se compartió en la reunión del CIN fue que no hay más fondos para invertir en el área científica”, destacó Bartolacci, quien subrayó que la decisión se inscribió en un conjunto de acciones que buscaban “desjerarquizar y desfinanciar la educación superior pública y el sistema científico nacional”.
Bartolacci también recordó el papel fundamental que jugó la universidad pública en el desarrollo de Rosario como un polo en biotecnología. “Rosario es conocido en el mundo por su polo en Biotecnología, y eso fue gracias a la Universidad Pública que, en los años 80, cuando no era rentable, puso en marcha la primera licenciatura en América Latina en esta área”, manifestó el rector. Agregó que este avance fue posible gracias al apoyo estatal y la inversión, elementos que ahora están en riesgo debido a la reciente medida.
El impacto de la suspensión de la financiación no se limita a la paralización de investigaciones actuales, sino que podría desencadenar una fuga de cerebros del país. Bartolacci alertó sobre la posibilidad de que científicos argentinos busquen oportunidades en el exterior debido a la falta de apoyo. “Es posible que ocurra, en algunas áreas del conocimiento vinculadas a las tecnologías ya está pasando. Sin tener que emigrar, algunos científicos están tomando trabajos para empresas en el exterior”, explicó.
Además, Bartolacci advirtió sobre las consecuencias a largo plazo de esta política de desfinanciamiento. “Perdemos posibilidades de nuevos recursos económicos derivados de lo que produce el desarrollo científico asociado al sector productivo nacional”, lamentó. El rector de la UNR hizo hincapié en que, en un contexto de crisis como el actual, puede ser difícil dimensionar cuán grave es el desfinanciamiento científico, pero remarcó que sus efectos serán profundamente negativos para el país.
En cuanto a las medidas que podrían tomarse para enfrentar esta situación, Bartolacci afirmó que se reuniría con el responsable del Área de Ciencia de la universidad y con los equipos de investigación para evaluar posibles acciones. “Nadie se salva solo de estas situaciones delicadas, todos tenemos que hacer un esfuerzo para priorizar lo importante”, declaró.
La preocupación por el futuro de la ciencia y la tecnología en Argentina no es nueva, y la posibilidad de una nueva Marcha Federal universitaria para reclamar por la financiación no está descartada. Bartolacci indicó que todas las energías están puestas en el Senado de la Nación para que dé sanción completa a la Ley de financiamiento universitario, la cual ya fue aprobada por la Cámara de Diputados.
“Es tan importante porque resuelve la totalidad de los problemas del sistema universitario que venimos reclamando durante este año”, sostuvo el rector. La ley, según explicó, establece previsibilidad presupuestaria y un mecanismo de actualización salarial que permitiría recomponer el 45% de desfasaje salarial existente desde noviembre de 2023 hasta julio de 2024.