Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, se refirió al complicado escenario que enfrentan las universidades nacionales de cara al inicio de 2024. El congelamiento de recursos, combinado con un panorama inflacionario agravado por la desregulación de precios y el aumento de tarifas, plantea un contundente ajuste a la educación superior
En medio de la incertidumbre generada por la decisión del gobierno de Javier Milei de prorrogar el presupuesto universitario correspondiente a este año, las universidades nacionales se enfrentan a un escenario complicado de cara al inicio de 2024. El congelamiento de recursos, combinado con un panorama inflacionario agravado por la desregulación de precios y el aumento de tarifas, plantea un contundente ajuste a la educación superior.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) respondió a esta situación enviando un presupuesto de 2,5 billones de pesos a la Secretaría de Educación. Este monto representa un aumento significativo del 300 por ciento en comparación con la asignación inicial para las universidades en 2023. Ante la posibilidad de no ser aprobado, rectores y gremios docentes alertan que el funcionamiento de las instituciones académicas podría verse comprometido a partir de abril. Afrontar el año 2024 con el ingreso nominal de enero de 2023 se vuelve inviable, especialmente considerando una inflación proyectada cercana al 180 por ciento al cierre de este año.
Las nuevas autoridades de Educación, que ahora forman parte de la cartera de Capital Humano, se reunieron con el Comité Ejecutivo del CIN para abordar la situación. Carlos Torrendell, titular de la secretaría, y Alejandro Álvarez, futuro subsecretario de Políticas Universitarias, se comprometieron a estudiar las demandas más urgentes de los rectores en materia operativa.
Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario, se expresó sobre el congelamiento del presupuesto universitario en entrevista con La Marca de la Almohada. Allí, destacó la dificultad del año en curso y los desafíos que tendrá la UNR durante el próximo año.
En se sentido, Bartolacci manifestó: “El jueves tuvimos la primera reunión donde evaluamos el impacto que tendrá sostener el presupuesto 2023 para el 2024. Este año fue muy difícil para las universidades ya que el proceso inflacionario fue de 150% y el presupuesto de las universidades para gastos de funcionamiento solo se incrementó en un 8%”.
En tanto agregó: “Esta situación requirió que tengamos que extremar acciones para garantizar el fin de año con todas las actividades que nos habíamos propuesto y sin lesionar ninguna de las políticas institucionales que habíamos establecido como prioritarias para este 2023”.
A pesar de que no hay una comunicación formal sobre la partida presupuestaria para el próximo año, desde la UNR se anticipan a un escenario que es un secreto a voces. “Todavía no hay confirmación del presupuesto 2024 pero las declaraciones de diferentes funcionarios dan cuenta de que se sostendrá el de 2023. De hecho, el nuevo presupuesto no está incluido en el temario de sesiones extraordinarias”, afirmó la máxima autoridad de la Universidad.
Sobre este panorama Bartolacci aseveró: “Habrá que buscar formas alternativas para garantizar que las políticas de acompañamiento de estudiantes como comedores o alojamiento, por mencionar algunos ejemplos, se sostengan en el tiempo. Tenemos que garantizar la continuidad de los estudiantes”.
En tanto Consultado sobre el vínculo con los gobiernos de Maximiliano Pullaro en provincia y Pablo Javkin en el municipio, Bartolacci destacó: “Buscamos generar lazos y ponernos a disposición de los estados local y provincial para aportar al mejoramiento de la vida y la realidad de Rosario y la región”.
En relación al posible desfinanciamiento de CONICET, el rector de la UNR afirmó: “Estamos en conversaciones con diferentes actores para acompañar porque creemos en la ciencia de nuestro país y estamos convencidos de que la solución es con más inversión en este sector”.