Sabrina Gullino Valenzuela Negro, nieta recuperada n° 96 y miembro de Abuelas Rosario, se pronunció ante la revisión de penas a los médicos condenados por la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos. Exigió respuestas sobre el destino de su hermano mellizo y exhortó a los médicos a romper el pacto de silencio
El Tribunal Oral Federal de Paraná (TOF) volvió a poner en el foco de la justicia un oscuro capítulo de la historia argentina: la sustracción y sustitución de identidad de los hijos mellizos de los detenidos desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela. Miguel Torrealday y Jorge Rossi, socios del Instituto Privado de Pediatría (IPP), fueron condenados por su participación en estos crímenes de lesa humanidad en 2018.
La revisión de las penas convocó a las partes a una audiencia, programada para el viernes 1° de septiembre a las 10 de la mañana, en Urquiza 872 de la capital entrerriana. Desde H.I.I.J.O.S. Regional Paraná, se hace un llamado urgente a Torrealday y Rossi: “rompan el silencio y revelen el secreto que mantienen guardado hace 45 años: a quién le entregaron el Melli”.
A pesar de la confirmación de las condenas por parte de la Cámara Federal de Casación Penal, Sabrina Gullino Valenzuela Negro, quien recuperó su identidad en 2008, sigue en búsqueda de su hermano mellizo. En diálogo con La Marca de la Almohada, Gullino compartió sus pensamientos y sentimientos en relación con este caso de profundo dolor.
“Sabemos y está probado en la sentencia de 2018 que ellos, Torrealday y Rossi, son responsables, partícipes necesarios en la apropiación y sustitución de nuestra identidad. La Justicia paranaense estuvo muy bien, pero sigue abierta la pregunta de a quién encubren y a dónde llevaron a mi mellizo”, declaró Gullino.
Con un llamado a la humanidad y la dignidad, Gullino agregó: “Estamos apelando un poco a su condición humana, su dignidad, a ver si quieren aportar lo que saben, aunque ya se lo hemos pedido muchas veces. Ellos son los que nos entregaron ese 27 de marzo de 1978 en el IPP y nos fuimos. A mí me dejaron abandonada en el Hogar del Huérfano de Rosario y del melli se perdió todo rastro. Lo último que sabemos es que yo llegué sola a Rosario o sea que mi hermano en algún lugar quedó, en Paraná o cualquier otro lugar, tenía otro destino”.
Gullino también destacó que los médicos, además de mantener el pacto de silencio, nunca se han comunicado con los afectados: “Nos dimos cuenta de que eran responsables y habían tenido una participación necesaria. Seguimos sacando conclusiones. Estos médicos, además de sostener el pacto de silencio, nunca se dieron la posibilidad de decirnos nada”.
Para Gullino, tanto Torrealday como Rossi “están encubriendo a alguien, tenían el manejo total y ahora, con un poco más de perspectiva, uno se pone a pensar ya directamente a quien están encubriendo, a qué persona se lo entregaron. Ellos sostienen ese pacto de silencio porque hay alguien al que están protegiendo”.
En su último mensaje, Sabrina Gullino enfatizó: “Ellos saben a quién le entregaron a mi hermano y nos queda ese sinsabor y esa necesidad de reconstruir para saber dónde está”.