No subirse a la lógica propuesta por el referente del novedoso espacio libertario y en su lugar insistir con los logros de la ciencia y tecnología, de base, aplicada y transferida, que a lo largo de más de 65 años aportó al desarrollo del país
“Ministerio de Educación… adoctrinamiento… ¡Afuera!”. El Conicet “tiene 35 mil empleados, mientras que la Nasa (agencia espacial estadounidense) tiene 17 mil”. La cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación será eliminada. Parte de la campaña presidencial de Javier Milei, el referente de La Libertad Avanza, estuvo centrada en la idea de cerrar el instituto bajo el argumento de un excesivo gasto público y baja productividad. Tras el buen desempeño del economista ultraortodoxo en las PASO, parte de su equipo, a tono con el Teorema de Baglini, comenzó a relativizar esos y otros provocativos eslóganes sin sustento serio, pero allí quedaron instalados.
Apuntes y Resumen convocó para su Tertulia de Viernes a actores centrales del sistema de ciencia y tecnología de Rosario para conversar sobre el ensañamiento con una institución que se destaca dentro de la administración pública por su transparencia, calidad reconocida incluso internacionalmente, y modos democráticos de ingreso y promoción. En el estudio de Radio Universidad estuvieron Sandra Fernández, directora del Conicet Rosario, su antecesor Florencio Podestá, el ex decano de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y vice director del IBR Esteban Serra, la directora del IQUIR/Conicet, Sandra Signorella, y el investigador del Conicet Bernardo Gómez.
La Tertulia completa se puede escuchar acá ↓
“Otra vez sopa”, arrancó la tertulia en recuerdo de otra andanada, la proferida en 1994 por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, cuando en 1994 mandó a “a lavar los platos” a la investigadora Susana Torrado.
Esteban Serra plantó una pregunta clave: ¿por qué Milei afirma que cerrará el Conicet o habilitará la venta órganos si llega a la Casa Rosada, acciones que son prácticamente imposibles? El doctor en Bioquímica arriesgó como hipótesis una distracción sobre la agenda pública. Y destacó que precisamente el Conicet se destaca del resto de la Administración Pública Nacional como ente autárquico, con ingresos y promociones de sus integrantes por concursos transparentes. Y demuestra una tasa de productividad “enorme”, medida en función de la inversión y de parámetros internacionales como patentes, publicaciones y desarrollo. TOdo eso, agregó, con sueldos que no son los más generosos del ámbito público.
En la misma línea, admitió que hay que discutir una modernización del Estado en términos de políticas públicas y eficiencia, no de recorte, pero justamente en ese aspecto el Conicet es un ejemplo del norte a imitar. Y de nuevo la pregunta: ¿por qué se lo ataca cuando hay otras dependencias públicas, sí, ineficientes y de funcionamiento opaco?
Sandra Fernández resaltó la “llamativa” falta de información de los equipos de Milei al proponer esa, entre otras, iniciativas. Y como Serra, juzgó que es entrar en el juego del candidato “subirse a comparaciones bizarras” como las de la Nasa. La titular del Consejo en Rosario recordó que se trata de una institución que tiene más de 65 años (fue creado por Decreto Ley el 5 de febrero de 1958 y su primer presidente fue el Premio Nobel de Medicina Bernardo Houssay). En esa trayectoria, y más allá de las disrupciones y cambios en diferentes momentos, Fernández rescató una línea y una lógica de potenciación de la ciencia que, aunque con altibajos, se mantuvo.
La investigadora, del àrea de Humanidades, enumeró el aporte de la construcciòn de conocimiento básico y aplicado, la transferencia del mismo a la sociedad y, como la mayoría de los investigadores también integran el plantel de universidades públicas y privadas, la continuidad de la tarea a través de la docencia.
Hay más, señaló: la formación sistemática de recursos humanos, con incluso sistemas de becas postdoctorales. “Los niveles de eficiencia son altísimos, y la gestión es transparente”, insistió.
Sandra Signorella aportó que todo lo mencionado, por si hiciera falta, esta reconocido internacionalmente en los rankings que evalúan los consejos de investigación de todos los países, en los que la Argentina “no está nada mal posicionada” sino lo contrario.
Serra acotó que, incluso, contra la lógica instrumentalista de los liberales y libertarios, no se trata sólo de conocimiento que se traduce en riqueza económica sino en entendimiento de la sociedad y sus dinámicas. Entre otras cosas, para dilucidar cómo funcionan los sistemas de comunicación masiva y contrucciones de sentido, como por ejemplo las que vehiculizan los apotegmas de Milei y sus seguidores.