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El avance de la derecha, entre el gobierno del algoritmo y la falta de nuevas utopías

La docente, psicóloga y magister Marisa Germain analizó las razones que llevan a adherir a propuestas como las de Donald Trump, Jair Bolsonaro o Javier Milei

Redes sociales y el gobierno del algoritmo. Desigualdades económicas y sociales. Falta de respuestas y de transformación por parte de la política tradicional. Instalación de la agenda y supresión del debate. El avance de la derecha en contextos tan disímiles como naciones empobrecidas y potencias europeas, que permiten el surgimiento de figuras como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Giorgia Meloni o Javier Milei, fue analizado en sus distintas variables por la docente Marisa Germain, psicóloga y magister en salud pública por la Universidad Nacional de Rosario, profesora titular de Teoría Social en la carrera de Psicología, doctoranda en filosofía de la facultad de Humanidades y Artes, con especialidad en el campo de la biopolítica y subjetividad en el mundo contemporáneo.

De visita en los estudios de Radio Universidad, Germain abordó el fenómeno en Apuntes y Resumen.

“Venimos trabajando en dos equipos de investigación sobre mutación en la subjetividad contemporánea, lo que nos fue llevando a encontrar ciertas características que permitían pensar la emergencia de determinados fenómenos más ligados a ideas conservadoras, reaccionarias, de derecha. Ese trabajo nos condujo a pensar el papel de las redes sociales en la producción de subjetividad como un fenómeno estructural y a retomar el trabajo en lo que se llama un gobierno a través del algoritmo, que permite pensar en la constitución de subjetividades a partir de un modelo que fragmenta, que impide la circulación de una conversación en la cual los tópicos son compartidos”, planteó la docente como una introducción al tema.

Germain planteó que existen dos elementos centrales en el llamado “gobierno algorítmico”: la instrumentación de las emociones como un modo de suscitar atención y adhesión y, por otro lado, el elemento del sesgo de confirmación. “Un modelo por el cual todo aquello con lo que me conecto por las redes tienen un elemento confirmatorio de mi propio pensamiento, ideas y toma de posición políticas y de otro tipo”, explicó.

La psicóloga planteó su interés en abordar el fenómeno que desemboca en la adhesión por ciertas figuras políticas, más allá de los nombres propios como los de Milei. 

“Milei es un elemento emergente y más estructural. Es un fenómeno que lo encontramos en distintos lugares del mundo, en sociedad con características muy diversas. En el sur de América Latina, con sociedades con historia de pobrezas estructurales, como Brasil, pero también en lugares como Gran Bretaña, Italia o Francia. Sociedades muy diversas tienen a producir fenómenos que pueden tener elementos en común”, explicó.

Ese tipo de elección se explica, de acuerdo a Germain, en las transformaciones en la comunicación, vinculada con el uso de las redes sociales, pero también en el proceso de transformación económica que tendió a concentrar muy brutalmente la riqueza, produciendo un incremento de las desigualdades a partir de la década del noventa y agudizado por la pandemia.

“El modelo democrático que conocemos, el modelo de sistema de partidos, ha claudicado frente al peso de las corporaciones económicas. Eso se vuelve patente en la vida cotidiana. Muchas de las elecciones por derecha tienen un fuerte componente de rechazo a este sistema de partidos y de rechazo a un sistema político que no se encuentra capaz ni de ponerle coto al poder económico más brutal ni de vehiculizar demandas que son muy elementales”, indicó la psicóloga.

“Elementos muy centrales de la vida cotidiana, frente a los cuales la gestión política se muestra incapaz de solución, abiertamente claudicante en ese sentido, termina por suscitar que la elección sea una elección para ver con qué le puedo pegar más duro. Si uno ve encuestas después de las PASO, uno de los elementos que encuentra en los votantes de Milei es que muchos desconocen qué propone. Porque no les interesa. El tema es que con Milei le puedo pegar a aquello que es nombrado por Milei como la casta, que es el sistema de partidos incapaz de vehiculizar mis demandas”, añadió.

Para Germain los espacios que pretenden enfrentar a la derecha tienen un déficit en las propuestas, “llegan muy mal y muy tarde”, y se muestran además incapaces de plantar propuestas “que contengan pretensiones de utópicas”, de verdadera transformación.

Germain opino que la derecha se impone en la “instalación de agenda” y en la supresión del debate, “ya que el efecto más exitoso es que no conversamos entre nosotros”.

“Lo que se instala como lógica de la derecha es que, si yo creo que eso es así, no es susceptible de ser debatido argumentalmente. Lo instalaron en el registro de las creencias. Si yo creo que todo lo que le adjudican al Fondo Monetario responsabilidad por la política económica en realidad son zurdos que lo dicen porque están contra Estados Unidos, punto. No importa cuántos números me muestren. Es muy complicado desarmar el sistema de creencias. El efecto del gobierno del algoritmo, de expansión de redes sociales es que nos desplazamos al registro de las emociones y las creencias. Eso suprimió el debate”, alertó.

Por último, marcó que el problema es que no fue posible “atajar” los efectos de los desarrollos tecnológicos. “Avanzaron mucho más de lo que nuestra capacidad de procesar, entender, enfrentar, regular pudo. Las prácticas nos pasaron por arriba como un camión y estamos viendo qué hacemos. También en países con altos índices de alfabetización. ¿El efecto es menor en esos lugares? ¿Cómo ganó la ultraderecha en Austria? La cáscara del aula queda, pero lo que pasa en el aula ya no es lo mismo que pasaba antes de que hubiera redes”, concluyó.