• Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

Durante el 2024, el presupuesto a las universidades cayó un 30% y los salarios docentes un 23%

El primer año de gestión de Javier Milei estuvo marcado por recortes presupuestarios, desregulaciones económicas y controversias políticas. Si bien el oficialismo celebró avances en algunas variables macroeconómicas, los ajustes en educación, salarios y políticas sociales generaron masivas movilizaciones y rechazo en diversos sectores

Javier Milei asumió la presidencia con la promesa de realizar una transformación profunda en Argentina. A un año de gestión, su gobierno implementó medidas de ajuste que afectaron a múltiples sectores de la sociedad. Entre los hitos destacados figuran la eliminación de subsidios, recortes en áreas clave como educación y salud, y reformas estructurales que desataron debates en el Congreso y en las calles. Este balance pone en perspectiva los logros y desafíos del líder libertario en un contexto económico y social complejo.

Desde el inicio de su mandato, Milei llevó adelante políticas orientadas a reducir el déficit fiscal. Entre las decisiones más discutidas estuvo el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que provocó una reducción del 30% en el presupuesto destinado a las universidades públicas y una caída salarial real del 23% para los docentes. Estas medidas generaron dos grandes marchas federales universitarias con participación masiva en todo el país, donde estudiantes, docentes y sindicatos denunciaron el desfinanciamiento del sistema educativo.

En el ámbito económico, el gobierno celebró una disminución de la inflación mensual, que pasó de niveles de dos dígitos al inicio del año a un 2,4% en noviembre. Sin embargo, la inflación interanual continuó siendo alta, alcanzando el 166%. A pesar de estas cifras, la reducción del gasto público impactó en áreas como transporte, salud y desarrollo social, profundizando la desigualdad en varias regiones del país.

En el Congreso, Milei enfrentó dificultades para aprobar su agenda legislativa. Sin embargo, logró avanzar con la reforma del sistema previsional, endureciendo los requisitos para acceder a beneficios jubilatorios. Esta medida, sumada a recortes en subsidios, provocó resistencia en sectores gremiales y múltiples protestas callejeras durante 2024.

Otro punto de conflicto fue la intervención de la Sindicatura General de la Nación en las universidades públicas. Aunque el oficialismo argumentó que buscaba garantizar transparencia, rectores y docentes rechazaron las acusaciones de irregularidades y defendieron la autonomía universitaria establecida por la Constitución Nacional.

En cuanto a política exterior, el presidente anunció su intención de firmar acuerdos de libre comercio, destacando la negociación con Estados Unidos. Estas iniciativas fueron vistas como parte de su estrategia para abrir la economía, aunque generaron críticas por el impacto potencial en la industria local.

A nivel social, el año estuvo marcado por un creciente descontento popular. Movimientos feministas, estudiantiles y sindicales protagonizaron jornadas de protesta contra medidas que consideraron regresivas. La desregulación de sectores estratégicos y el ajuste en programas sociales profundizaron las tensiones entre el Ejecutivo y diversos actores de la sociedad civil.

En su discurso reciente, Milei defendió sus políticas como necesarias para “ordenar el país”, y aseguró que los próximos años verán los frutos de estas decisiones. Sin embargo, la oposición advierte que los recortes y la falta de inversión podrían tener efectos a largo plazo difíciles de revertir.