Se llevó a cabo en la Sede de Gobierno de la UNR, el informe de ejecución del presupuesto 2024. A pesar de un año marcado por la inflación y el desfinanciamiento, el rector Franco Bartolacci destacó el pleno funcionamiento y la expansión de la universidad, aunque advirtió sobre los riesgos futuros en infraestructura y equipamiento si no se resuelve la falta de presupuesto para 2025
En un acto abierto a la comunidad universitaria y al público, el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, presentó el informe de ejecución presupuestaria y programas de gestión correspondientes al ejercicio 2024. A pesar de las dificultades económicas y los ajustes presupuestarios, Bartolacci destacó el pleno funcionamiento de la institución y su capacidad de expansión en medio de un contexto adverso.
“El esfuerzo y el trabajo de toda la comunidad universitaria permitieron llegar a fin de año con pleno funcionamiento, garantizando tanto las actividades esenciales como los nuevos proyectos académicos y de infraestructura que pusimos en marcha”, afirmó.
Bartolacci subrayó que el uso responsable de los recursos permitió sostener programas clave, a pesar de no haber recibido presupuesto adicional. “Desde 2019, el único rubro que cayó en inversión fue el destinado a autoridades, que se redujo a la mitad. Esto nos permitió, en condiciones complejas, lanzar nuevos desafíos como la Escuela de Oficios, la Secundaria Virtual, diez nuevas carreras universitarias y cuatro escuelas preuniversitarias en el centro-sur de la provincia”, detalló.
Sin embargo, el rector advirtió que el mayor impacto de los ajustes se percibirá en el área de infraestructura y mantenimiento. “Aunque este año no se sintió tanto gracias a la gran inversión previa, si no hay modificaciones en los próximos años, enfrentaremos serios problemas”, alertó.
Relación con el Gobierno Nacional y el presupuesto 2025
En relación con el Gobierno Nacional, Bartolacci señaló que siempre hubo disposición al diálogo y una gestión responsable de los recursos. “No pedimos holgura, sino lo mínimo indispensable para garantizar el funcionamiento de las universidades. Creemos que estas no son parte del problema, sino de la solución que Argentina necesita”, sostuvo.
No obstante, criticó la falta de un presupuesto aprobado para 2025, que calificó como un factor de incertidumbre. Según sus cálculos, la reconducción presupuestaria generará una pérdida adicional del 8%, lo que agrava la situación financiera de la UNR. “Sin un presupuesto aprobado, es imposible planificar con previsibilidad. Solo queda negociar recursos para poder funcionar”, expresó.
Impacto en infraestructura y tecnología
El rector enfatizó que el mayor impacto del desfinanciamiento se percibirá en áreas críticas como infraestructura y equipamiento. “Las universidades tradicionales, como la UNR, sufren más este deterioro. Además, el proceso de enseñanza y aprendizaje depende cada vez más de las nuevas tecnologías, lo que hace indispensable la inversión en este rubro”, explicó.
Bartolacci también lamentó la discontinuidad del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria, que dejó paralizadas tres obras clave en la UNR. “Es el punto de desfinanciamiento que más nos afecta y genera incertidumbre sobre el futuro”, señaló.
A pesar de las adversidades, Bartolacci resaltó los logros alcanzados en los últimos años. “Tuvimos dos años de pandemia, dos años de alta inflación y un último año de desfinanciamiento sin precedentes. Sin embargo, nunca en la historia de la UNR hubo una expansión académica, de infraestructura y de presencia pública como la que logramos”, afirmó.
En este contexto, destacó el crecimiento en carreras y dispositivos académicos nuevos, que no solo amplían la oferta educativa, sino que garantizan oportunidades laborales para los egresados. “Nos gustaría seguir multiplicando estos proyectos, pero en el contexto actual tendremos que avanzar con mesura”, admitió.
Auditorías y transparencia
En cuanto a la transparencia en la gestión, Bartolacci defendió el historial de controles realizados durante su mandato. “En cinco años, aprobamos 98 informes con la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y realizamos auditorías adicionales con la Auditoría General de la Nación (AGN). Además, presentamos cada seis meses la cuenta de inversión. Si se quieren imponer más controles, bienvenidos sean”, declaró.
El rector insistió en que la transparencia y el buen uso de los recursos públicos son fundamentales para garantizar la confianza en la educación pública.
Un futuro incierto, pero con objetivos claros
A pesar de las dificultades presupuestarias, Bartolacci reafirmó el compromiso de la UNR con la educación pública, la ciencia y la expansión del conocimiento. “La situación presupuestaria no es excusa para dejar de avanzar. La mejor defensa de la universidad pública es seguir enseñando, haciendo ciencia y expandiéndonos para garantizar el derecho a la educación”, concluyó.