El reciente anuncio del gobierno nacional sobre la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) generó preocupación entre los trabajadores del organismo, especialmente en Rosario, donde más de 500 empleados de la Dirección General Impositiva (DGI) podrían ver comprometida su continuidad laboral. A pesar de que el anuncio aún no fue oficializado mediante decreto, el gremio Aefip declaró el estado de asamblea y movilización
El vocero presidencial, Manuel Adorni, declaró que la AFIP “deja de existir” y adelantó que se eliminarán aproximadamente el 34% de los cargos públicos en el organismo. Además, señaló que unos 3100 empleados que ingresaron durante el último gobierno podrían ser reubicados o quedar en disponibilidad, lo que implicaría un ahorro presupuestario de unos 6400 millones de pesos anuales. Este anuncio ha encendido alarmas en las distintas sedes de AFIP, incluidas las de Rosario, Cañada de Gómez, Casilda y Venado Tuerto.
Gustavo Birardi, secretario del gremio Aefip en Rosario, dialogó con La Marca de la Almohada y expresó su preocupación por la manera en que se realizó el anuncio. “La situación en Rosario es preocupante, desde la manera que lo anunciaron, es muy triste. Estamos aguardando que se articule la medida que se tomó, no fue informada en Boletín Oficial, mientras tanto estamos en estado de Asamblea, movilización y alerta”, afirmó Birardi.
El anuncio del gobierno nacional fue calificado por los trabajadores como una medida apresurada e inconsistente, pues aún no ha sido refrendada formalmente. “En Buenos Aires hubo una asamblea que resolvió una medida de fuerza para hoy, mañana y el viernes en todos los edificios de DGI como DGA, con un apagón informático de 10 a 12 horas, sin atención al público y sin sistema en la web de AFIP”, explicó el dirigente gremial.
Birardi también cuestionó el argumento del ahorro fiscal, sugiriendo que el impacto económico sería ínfimo en comparación con el daño potencial a la estructura de la recaudación. “El ahorro que festeja el Estado es del 0,089% del PBI, es absolutamente nada. La intención viene por otro lado”, sostuvo. Además, recordó que la recaudación tributaria ha aumentado, a pesar de que, según él, el gobierno transmite mensajes contradictorios sobre la importancia de los impuestos. “La recaudación viene subiendo a pesar de un presidente que le dice a la gente que no pague porque el impuesto es un robo. Es muy difícil”, sentenció.
El dirigente gremial denunció que esta medida es parte de un plan más amplio que busca debilitar al Estado. “Apunta a que el Estado es su enemigo, buscan tener un manejo de todo y hacer la vista gorda en un montón de cosas”, comentó, señalando que la reducción del personal afectará gravemente el funcionamiento del organismo.
Birardi también mencionó que los ingresos de nuevos empleados en AFIP han sido una constante en todas las gestiones de gobierno y que los despidos anunciados no se justifican. “Los nombramientos estuvieron en todas las épocas y todos los gobiernos, por bajas vegetativas. Somos 1200 empleados menos que en 2019, a pesar de estos ingresos que manifiestan desde el gobierno nacional”, explicó. En Rosario, según detalló, solo ingresaron 40 empleados durante el último gobierno.
El impacto que podría tener la reducción de personal en AFIP, según Birardi, no solo afectará a los empleados, sino también al funcionamiento del sistema tributario del país. “Vamos a pelear con todas las herramientas que tengamos porque al organismo le haría mucho daño perder empleados”, afirmó, remarcando la importancia del personal especializado para garantizar el correcto funcionamiento de la recaudación impositiva.
El secretario gremial también anticipó que, en caso de concretarse la disolución de AFIP, los cambios serán significativos y complicados de implementar. “Este organismo es muy técnico, cambiar todo es una gran tarea: desde logos, correos, cartelería, generaría mucho revuelo. Después, cómo se implementa o no, escapa a nuestra parte”, dijo Birardi, sugiriendo que la reestructuración del organismo podría generar más problemas de los que busca resolver.
A nivel nacional, la situación ha generado malestar no solo en el gremio Aefip, sino también en otros sectores del Estado que temen por la estabilidad laboral de miles de empleados públicos. Según datos proporcionados por las autoridades, los 3100 empleados que estarían en riesgo de ser despedidos o reubicados ingresaron al organismo durante el gobierno anterior, en lo que el vocero presidencial calificó como “nombramientos irregulares”. Sin embargo, desde el gremio desmienten esta caracterización, y aseguran que los ingresos fueron parte de la renovación natural de personal.
En este contexto, el gremio Aefip Rosario ha resuelto mantenerse en estado de alerta y movilización mientras espera la confirmación oficial de las medidas anunciadas. Las asambleas y los apagones informáticos continuarán en las distintas sedes de AFIP hasta que se brinden mayores detalles sobre el futuro de los empleados y del organismo.