Desde este 1º de octubre rige en Rosario la nueva ordenanza de nocturnidad que fue aprobada en julio modificando una normativa de más de dos décadas. La reglamentación introduce cambios importantes en los horarios de cierre de locales, la insonorización y la simplificación de licencias con el fin de adaptarse a las nuevas necesidades de los espacios de esparcimiento
La nueva regulación fue aprobada por el Concejo en julio pasado y, tras su reglamentación, ya se aplica a los comercios nocturnos. La medida introduce cambios significativos en la vida nocturna de la ciudad, como la extensión de licencias para la difusión musical y la adaptación a las nuevas demandas de los espacios culturales y de entretenimiento.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, Sebastián Chale, subrayó en diálogo con La Marca de la Almohada que “la simplificación de los rubros fue uno de los principales cambios introducidos por la reglamentación”. En este sentido, mencionó que los locales tendrán la posibilidad de optar por una licencia de difusión musical, pero con un requisito clave: “Es muy importante la insonorización, y en algunos casos, también se necesita el consentimiento previo de los vecinos”, explicó el funcionario. Esta nueva medida busca un equilibrio entre el derecho al esparcimiento y la calidad de vida de los residentes cercanos.
Otro aspecto destacado de la normativa fue la diferenciación en los horarios de cierre de los locales, dependiendo de su capacidad. “Los boliches más grandes podrán funcionar hasta las seis de la mañana, mientras que los locales más pequeños cerrarán a las tres”, precisó Chale. Esta distinción, basada en el tamaño de los espacios, fue implementada para mejorar la gestión del flujo de personas en las zonas nocturnas y garantizar la seguridad.
Chale enfatizó que el proceso de adaptación para los comerciantes y vecinos será progresivo. “Quienes no deseen cambiar de categoría podrán obtener una ambientación musical de menor decibeles, pero aquellos que elijan modificar su habilitación deberán adaptarse a la nueva normativa”, explicó. Durante la primera etapa de implementación, la Municipalidad llevará a cabo controles más intensivos para asegurar el cumplimiento de las nuevas reglas y apoyar la adaptación del sector comercial.
“No hay sistemas perfectos ni soluciones mágicas”, admitió el secretario, pero insistió en la necesidad de “generar una nueva cultura sobre la nocturnidad en Rosario”. La idea es que tanto comerciantes como clientes y vecinos se familiaricen con la normativa y contribuyan a la convivencia armónica en las zonas de esparcimiento.
La ordenanza también introdujo cambios en el sistema de licencias para eventos y actividades recreativas. Ahora, los permisos no se limitarán a si en un lugar se baila o no, como sucedía hasta el momento, sino que se basarán en las aptitudes de cada espacio. “Las nuevas categorías serán ‘Apto gastronomía’ y ‘Difusión musical’, lo que permitirá diferenciar mejor los locales que organizan eventos con bandas o DJ’s”, señaló Chale.
Otro de los puntos fundamentales de la normativa es el reconocimiento y regulación de los Espacios Culturales Independientes (ECI), que a partir de ahora tendrán una figura legal propia. Según el texto de la ley, los ECI serán aquellos espacios multifuncionales donde se desarrollen manifestaciones artísticas, sociales y educativas con la participación de artistas, educadores y el público en general. Esta medida representa un avance para los espacios culturales que, hasta el momento, no contaban con un marco normativo claro para operar en la ciudad.
Uno de los desafíos más grandes que plantea la nueva normativa es la exigencia en cuanto a la insonorización de los locales. La ordenanza establece parámetros técnicos muy específicos sobre los niveles de decibeles permitidos, y los locales deberán invertir en obras para cumplir con estos requisitos. Asimismo, el consentimiento de los vecinos se convirtió en un aspecto clave para obtener las licencias necesarias para funcionar. Esta medida fue pensada para reducir los conflictos que suelen surgir en las zonas residenciales cercanas a los espacios de esparcimiento nocturno.
“La ordenanza es flexible en cuanto a los lugares que pueden albergar eventos y fiestas, pero es estricta en lo que respecta al factor ocupacional y las condiciones de insonorización”, remarcó Chale. A pesar de la flexibilización en algunos aspectos, la norma es clara en su intención de proteger a los vecinos y garantizar que los locales cumplan con las condiciones necesarias para funcionar de manera segura y sin generar molestias.
La nueva ordenanza de nocturnidad fue bien recibida por diversos sectores de la ciudad, aunque aún existen desafíos por resolver en cuanto a su implementación. La normativa busca equilibrar los derechos de los locales de entretenimiento y los de los vecinos, garantizando que ambos puedan coexistir en un ambiente regulado y con normas claras.
Sebastián Chale concluyó subrayando que el éxito de la normativa dependerá de la responsabilidad compartida entre comerciantes, autoridades y vecinos. “Esta nueva legislación es una oportunidad para redefinir la nocturnidad en Rosario y construir una convivencia más justa y equilibrada para todos”, finalizó.