El proyecto, que pasó con el voto de desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel, incluye modificaciones en privatizaciones, RIGI, y moratoria previsional. La iniciativa vuelve a Diputados para ratificar las enmiendas
En una sesión reñida que concluyó con un empate de 36 votos a favor y 36 en contra, el Senado aprobó la “Ley Bases” gracias al voto de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Este desenlace se alcanzó después de que el Gobierno introdujera cambios sustanciales para asegurar el apoyo necesario, y con la presencia clave del titular de la UCR, Martín Lousteau.
El proyecto recibió en general 36 votos a favor provenientes de La Libertad Avanza, PRO, UCR y varios bloques provinciales, y 36 votos en contra de Unión por la Patria, Lousteau y los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano. La votación fue presidida por Villarruel, quien desempató mientras el presidente Javier Milei retrasaba su viaje a Italia.
Cambios y Modificaciones
Para evitar derrotas en la votación en particular, el Gobierno realizó varios cambios de última hora:
- Privatizaciones: Se eliminó Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA) del listado de empresas a privatizar, respondiendo a una fuerte presión social y la presentación de más de 100,000 firmas en contra de las privatizaciones.
- Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): Se acotó a sectores como agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología, y se estableció un compromiso de contratar proveedores locales por al menos el 20% de la inversión total.
- Moratoria Previsional: Se suprimió el capítulo que eliminaba la moratoria previsional, permitiendo que las mujeres de 60 años sin aportes no deban esperar cinco años para acceder a la PUAM.
- Obras Públicas: Se garantizó la continuidad de obras con un 80% de avance o con financiamiento internacional, una propuesta de Lousteau que pedía un piso del 75%.
- Organismos No Disueltos: Se incorporaron organismos de la cultura y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) al listado de instituciones que no podrán ser disueltas por Milei en uso de sus facultades delegadas.
La presencia de Martín Lousteau fue fundamental para asegurar el quórum necesario para la sesión. Aunque votó en contra del proyecto, su permanencia en la banca durante la votación garantizó el desarrollo de la misma. Lousteau criticó el proyecto oficialista por tener “más vicios que virtudes” y expresó su postura de no ser “ni máquina de impedir, ni seguidismo bobo”.
Desde temprano, altos funcionarios del Gobierno como José Rolandi y María Ibarzábal estuvieron presentes en el Congreso para seguir el debate y negociar las últimas modificaciones. Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, anunció las enmiendas.
El debate se tornó tenso cuando senadores kirchneristas pidieron un cuarto intermedio para monitorear la represión policial sobre los manifestantes, moción que no prosperó y generó nerviosismo entre los oficialistas.
El proyecto ahora regresa a la Cámara de Diputados, donde se espera que las modificaciones acordadas con el Gobierno sean ratificadas. Sin embargo, hay incertidumbre sobre temas como las facultades delegadas a Milei y el impuesto a las Ganancias, que podrían enfrentar resistencia y modificaciones adicionales en la Cámara baja.