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El estudio del costo del boleto arrojó la suma de 1.343 pesos

Desde la Municipalidad se estudian las alternativas a seguir para no tener que llevar el precio del transporte a una cifra que haría colapsar el sistema ante la falta de aportes de los subsidios por parte del gobierno nacional. El valor es un 81% superior al estudio realizado en diciembre. En Córdoba el municipio ya elevó el precio a 700 pesos por viaje

En medio de una situación de crisis por el recorte de los subsidios nacionales al transporte del interior se conoció el nuevo estudio de costos del boleto, que en Rosario arroja un valor de $1.343. El cálculo a febrero incluye el incremento paritario proyectado para los choferes. La medición de diciembre lo había fijado en $742, lo que significa un 80,95% de aumento. Córdoba ya decidió un incremento del pasaje a $700, y een el Palacio de los Leones Pablo Javkin evalúa cómo subirlo para sostener el sistema, siendo que tiene la facultad vedada hasta marzo.

Según el análisis técnico, el costo total tarifario por pasajero es de $1.640, a lo que se le descuentan $425 en concepto de Fondo Compensador Municipal ($154), subsidios provinciales ($190), Boleto Educativo ($32) y atributos sociales del sistema SUBE ($47). A ese resultado hay que sumarle el 10,5% de IVA, lo que resulta en un boleto de $1.343. Las categorías que aumentaron son personal (68,47%), material rodante con mantenimiento (17,33%) y otros gastos (9,41%).

Desde el anuncio de la eliminación de los subsidios al transporte del interior dispuestos por el gobierno nacional, cada municipio está haciendo malabares para ver cómo sostiene uno de los servicios básicos del Estado. A partir del sábado, la ciudad de Córdoba decidió una fuerte suba del boleto, que lo llevó de $340 a $700. El gobierno municipal fundamentó la decisión, que lo ubica como el municipio con la tarifa más cara del país, en su incapacidad para mantener el sistema.

En este marco, el Ejecutivo local analiza enviar al Concejo diferentes herramientas para cambiar la fórmula de cálculo de la tarifa. La sancionada en diciembre, y que delegaba facultades para hacerlo de forma bimestral según el Indice de Precios al Consumidor (IPC) Nivel General de la Región Pampeana relevado por el Indec, demostró ya no servir para este nuevo escenario. El impacto de la inflación en el costo de los insumos, la liberación del precio del combustible y el precio dolarizado de las unidades aniquiló ese paradigma.

Según diferentes fuentes oficialistas en el Palacio Vasallo, las opciones son dos: una es volver a la “ordenanza de (el exconcejal, Osvaldo) Miatello”, que le daba la facultad al intendente de aumentar el boleto hasta un 90% del estudio de costos. La otra es declarar una emergencia en lo económico-financiero, alejada de la que se declaró post pandemia, que no permita tocar las líneas ni los recorridos sino que sea exclusivamente para modificar lo tarifario.

Este lunes por la mañana, la comisión de Servicios Públicos quedó abierta hasta el jueves. Por estas horas habrá reuniones para sondear la actitud de la oposición: para un tratamiento sobre tablas, Javkin necesita llegar a 21 votos. El interbloque oficialista tiene 15, y podría sumar a los dos libertarios de Vida y Libertad. De fracasar esta búsqueda de consenso, se intentará nuevamente en la segunda sesión extraordinaria del jueves 29 de febrero.

El contexto es negro y el sistema entra en una etapa de crisis. Ante la imposibilidad de sostenerlo, el relato de pasajeros y las grillas que pueden consultarse en Google Maps indican que este lunes se recortaron servicios en la calle. En pocos días, líneas como el 140 pasaron de tener una frecuencia de 12 minutos a 22 minutos. Otras menos favorecidas, como la 103 roja, tienen coches cada 41 minutos. La 112 negra y la 106 pasaban este lunes cada 35. En hora pico, las unidades viajan explotadas de pasajeros.

Ante este panorama, es necesario tener en cuenta que el lunes comienzan las clases. El domingo es el último día con el cronograma reducido por el verano. A partir del lunes -si comienzan las clases, proceso que también viene accidentado por las negociaciones paritarias- se espera un incremento del 30% de pasajeros, y con ello deben subir las frecuencias.

A este problema se le agrega que, más allá del reclamo, Nación no mandó los fondos de enero y febrero. Es decir, aún sin resolución formal, dejó de mandar partidas incluso antes que el comunicado de la suspensión, y en un contexto de inflación bimestral del 50%. La situación estresa las arcas municipales al límite. Desde el Palacio de los Leones creen que es difícil que este dinero llegue, pero igual van a agotar instancias.

Por ejemplo, La Pampa metió un amparo judicial en línea de lo que hablaron entre los 40 intendentes del interior del país que fueron la semana pasada al Congreso a poner este tema sobre la mesa y pedir ayuda a los legisladores. Además de acudir a la Justicia para frenar el recorte que impulsa el presidente Javier Milei, los mandatarios también proponen cambiar la coparticipación del impuesto al combustible que pagan todos los argentinos y que beneficia al área metropolitana de Buenos Aires.

Desde el entorno del intendente apuntaron que hay muchas ventanas abiertas. Esta semana será clave para evaluar alternativas y barajar escenarios, con la certeza de que así, el sistema es insostenible y no hay servicio que resista. Por eso todas las fichas van hacia el Concejo. La emergencia es un hecho. Las empresas de transporte, Movi y Rosario Bus, están trabajando al límite. Pero aún la ciudad está en un cronograma de verano. Esto se termina el domingo. El desafío es ver qué pasa a partir del comienzo de clases.