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La historia sobre el robo detrás de la bajada del cuadro de Videla

Un grupo de cadetes del Colegio Militar intentó boicotear el acto de Néstor Kirchner. En entrevista con La Marca de la Almohada, Joaquín Sánchez Mariño, uno de los autores del libro “El Cuadro”, desentrañó las particularidades de este episodio

El 24 de marzo de 2004, el presidente Néstor Kirchner protagonizó un acto histórico al ordenar la retirada de los retratos de los dictadores Rafael Videla y Reynaldo Bignone del Patio de Honor del Colegio Militar. Sin embargo, lo que pocos conocen es la trama secreta que precedió a este episodio, revelada por los periodistas Joaquín Sánchez Mariño y Julián Zocchi en su libro “El Cuadro”, lanzado por la editorial Planeta.

En entrevista con La Marca de la Almohada, Sánchez Mariño, uno de los autores, desentrañó las particularidades de este episodio, empezando por el origen de la investigación. Según Sánchez Mariño, siempre existieron rumores sobre la autenticidad del cuadro de Videla que descendió Bendini, pero la curiosidad llevó a los autores a indagar más a fondo.


Pocos saben que, un día antes del acto, un grupo de ocho cadetes del Colegio Militar intentó boicotearlo robando el cuadro de Videla.

Los cadetes, que tenían entre 19 y 24 años, eran todos de familias militares y habían sido educados en el culto a la figura de los dictadores. Cuando se enteraron del acto de Kirchner, se mostraron furiosos. Sentían que el acto era una provocación a los militares y a las víctimas de la dictadura.

Los cadetes decidieron robar el cuadro para boicotear el acto y mostrar su rechazo a los dictadores. Planearon el robo con detalle, eligiendo el mediodía del 23 de marzo, cuando la mayoría de los cadetes estaban almorzando, para que no hubiera mucha vigilancia.

El plan funcionó a la perfección. Los cadetes lograron sacar el cuadro del marco y entregárselo a un cadete que se estaba dando de baja del Colegio.

El libro, según los autores, surge de las preguntas que rodean ese día. ¿Adónde fue a parar el cuadro de Videla? ¿Era la imagen original? ¿Por qué no coincide con la que estaba colgada desde 1976? La investigación revela múltiples voces y testimonios, desde figuras clave del gobierno como Alberto Fernández hasta miembros del Ejército, incluidos los cadetes que planearon y ejecutaron el robo del cuadro de Videla.

La diversidad de voces es uno de los aspectos más destacados del libro, que ofrece una visión completa de aquel momento crucial. Se exploran distintas perspectivas, desde aquellos que ven en el acto la fundación del kirchnerismo hasta quienes lo consideran parte de un relato construido. Los autores desentrañan el misterio del robo un día antes del acto oficial, un hecho que, a pesar de circular subrepticiamente en esa época, fue enterrado y negado.

Un dato relevante descubierto en la investigación es el papel central de las esposas de los dictadores en la elección de la imagen. Sugirieron reemplazar los óleos por fotografías, lo que facilitó el cambio después del robo. A través de la narración precisa y los testimonios de diversos colores, Sánchez Mariño y Zocchi ofrecen respuestas a las preguntas que rodean este momento icónico de la historia argentina.

El 24 de marzo de 2004, el presidente Néstor Kirchner ordenó descolgar los cuadros de los dictadores Rafael Videla y Reynaldo Bignone del Colegio Militar. El acto, transmitido en vivo por televisión, fue considerado un hito en la lucha contra la impunidad y la memoria de las víctimas de la última dictadura militar.