El abogado laboralista Sebastián Serrano Alou analizó en Apuntes y Resumen el mapa de los derechos de los trabajadores pensando en el nuevo gobierno nacional que se viene desde el 10 de diciembre.
El mapa laboral para los próximos cuatro años con la gestión de Javier Milei, en base a las declaraciones efectuadas antes de asumir por el presidente electo, se vislumbra al menos problemático. En el piso de Apuntes y Resumen, el abogado laboralista Sebastián Serrano Alou analizó los derechos de los trabajadores pensando en el nuevo gobierno nacional que se viene desde el 10 de diciembre.
En base a lo que han venido planteando durante el proceso eleccionario, tanto desde La Libertad Avanza como desde su aliado principal, el macrismo, Serrano Alou prevé un panorama muy preocupante: “Veo una situación que va a ser muy mala según lo que vienen diciendo y las experiencias que hemos tenido, porque quien llegó hoy al gobierno se plantea como lo nuevo, lo nunca visto, y a medida que observamos por dónde va la cosa, vemos que es una remake de ideas que ya vimos en la década de los 70, los 90 y durante el macrismo”, sentenció.
En ese sentido, lo definió como “una continuidad del proyecto económico neoliberal que tiene ciertas líneas directrices que no cambian, y una de ellas es ver a la clase trabajadora como uno de sus enemigos, sobre todo si se resisten a la pérdida de derechos. Ven como una variable económica fundamental la quita de derechos laborales”, enfatizó.
Como ejemplo, puso la posible designación de Patricia Bullrich como ministra de Trabajo: “Dentro de esto nuevo que termina siendo lo mismo viejo conocido, no solo fue la ministra de la Alianza, sino también la que recortó el 13% a jubilados y empleados públicos, y la que tiene en su haber la nefasta Ley Banelco, que se impulsó a pedido del FMI para recortar derechos laborales. Se conoce con ese nombre porque para conseguir su sanción en el Congreso, está probado que hubo pagos a legisladores”, recordó.
Al respecto, adelantó que “con la misma persona a cargo del área de Trabajo, que en lugar de de hacer lo que tiene que hacer un ministro, que es ser un policía que mantenga a raya al empresario, quizás lo usan para revertir la ecuación y los malos pasan a ser los trabajadores, sobre todo si tienen una relevancia colectiva, sindical, que ejercen tu rol correctamente. Quizás pasen a ser los sucios, malos, feos, brutos y ya sabemos el resto de la historia”, consideró.