El referente radical expresó su postura personal de voto en blanco, que consideró legítima, pero consideró que para el partido y para Juntos por el Cambio lo mejor es dejar en libertad de acción a dirigentes y ciudadanos que acompañaron en las generales
Mendocino, abogado, intendente de la Ciudad de Buenos Aires entre 1987-1989 cuando el cargo era designado por el presidente, en su caso Raúl Alfonsín, Facundo Suárez Lastra fue uno de los primeros referentes radicales en rechazar cualquier posibilidad de acompañar al candidato Javier Milei en la segunda vuelta presidencial en la que el otro contendiente es el ministro de Economía Sergio Massa.
“Milei es incompatible con el voto de un radical e inclusive con el de alguien de Juntos por el Cambio (JxC), si es que sigue siendo una fuerza que exprese un sector liberal, un sector liberal progresista y otro social demócrata y pretenda ser una alternativa al peronismo”, explicó en diálogo con el programa Apuntes y Resumen. “No puede ser una fuerza de derecha autoritaria ni acompañar a una candidatura” de ese tennor, completó.
Suárez Lastra diferenció su voluntad personal de lo que considera mejor para su partido y para el frente que integra con el PRO y la Coalición Cívica, entre otros espacios. “El camino es dejar en libertad de acción a los dirigentes para mantener la unidad” de JxC, insistió. Sin embargo, aclaró que personalmente es partidario del voto en blanco. En ese sentido, se diferenció de lo expresado por la vicepresidenta del No a Massa como propone María Luisa Storani, vicepresidenta del Comité Nacional de la UCR, quien sostiene un apoyo al tigrense “desde un rol opositor”.
Para el ex diputado nacional, el voto en blanco que ejercerá como opción personal es conceptual, válida, legítima y en sintonía con el espíritu democrático de expresar tanto adhesiones a una de las fuerzas políticas que compiten como la no conformidad con ninguna de ellas. No es lo mismo, recalcó, que no ejercer el derecho al voto o anularlo.
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Suárez Lastra reforzó que su opción de votar en blanco el 19 de noviembre es individual y no lo lleva a una militancia en ese sentido. Además, contextualizó, porque no puede ser en este momento una herramienta política como lo fue para Juan Domingo Perón cuando ordenó hacerlo en las elecciones legislativas de 1960 para castigarlo al presidente Arturo Frondizi tras el incumplimiento del pacto con el peronismo que lo había llevado al gobierno nacional dos años antes. En este momento, insistió el radical, ni los dirigentes tienen la capacidad de convencimiento ni la gente haría caso a un mandato de ese tipo, en un sentido o en otro.
De todos modos, volvió sobre su decisión personal: “Por la unidad del radicalismo, de la coalición de Juntos por el Cambio, y por la independencia que se requiere como futura oposición, sobre la base de diferencias profundas con los dos proyectos, lo mejor es no votarlos”.
No al gobierno de unidad nacional que propone Massa
El referente radical explicitó en la misma línea su rechazo a un pedido de acompañamiento en las urnas al candidato de Unión por la Patria. “El radicalismo debe tener una mirada muy crítica de lo que fueron los gobiernos kirchneristas, y más crítica aún del último, con Massa como ministro de Economía”, argumentó.
Tampoco es afín a que su partido acepte la invitación a integrar un “gobierno de unidad nacional”, como pregona el fundador del Frente Renovador. “Es inconveniente porque la unidad se debe dar en la diversidad y con los perfiles políticos de cada partido” a salvo, refirió al respecto. Eso no quita, aclaró, que no haya que estar dispuesto a sentarse a discutir, negociar y colaborar con el futuro gobierno cuando haya acuerdos sobre proyectos. Pero con la observación de que integrar una gestión con el peronismo y sus aliados desdibujaría la identidad del radicalismo y, se verá cómo sigue, de la coalición JxC.
La UCR tiene prevista, lo mismo que el PRO por su parte, una reunión este miércoles para definir su postura de cara a la segunda vuelta. En ambos partidos hay tensiones, aunque más en el que fundó el ex presidente Mauricio Macri, acusado internamente de “jugar a dos puntas” entre el apoyo a la candidata de JxC, Patricia Bullrich, y señales de acercamiento a Milei.