El candidato a intendente por el espacio Rosario sin miedo, dentro de Juntos Avancemos, repasó los objetivos de gobierno si accede al Palacio de Los Leones poco antes de reunirse con mil referentes de la ciudad para compartir y debatir las propuestas

Frente a un escenario que muchos describen como de derechización del debate público y los espacios políticos, Monteverde se remitió a la “lección de Brasil” para señalar que “la democracia vira o desaparece”. Consideró necesario admitir las deudas de la democracia, sobre las que se montan los discursos violentos. Y eso, para profundizar el sistema con construcciones heterogéneas y potentes, no con la famosa “grieta”.

El referente de Ciudad Futura enfatizó que la crisis de representación y bloqueo democrático, de la que Rosario es un ejemplo, señalò, se puede revertior desde abajo. “La sociedad no se derechiza”, rechazó extendidos diagnósticos para señalar que esa sentencia es màs bien una excusa de los espacios que quieren correrse hacia ese costado del espectro político.

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En ese punto, expuso lo que calificò como una gran contradicción de la alianza oficialista de Rosario, que propone al actual mandatario Pâblo Javkin para la reelección, donde conviven radicales que se presentan como progresistas con la estructura del PRO en Juntos por el Cambio. Monteverde contrastò con el “instrumento político” que encabeza en el que, señaló, hay una heterogeneidad que lo potencia, con matices que aportan y no contradicciones insalvables.

Lo que propone, siguió, es “gobernar distinto”, para lo cual la esencia es “distribuir el poder” en la sociedad y asì potenciar la autonomía individual y colectiva que permita el desarrollo de los ciudadanos en todas las dimensiones. Y con eso, además, garantizar que los nuevos derechos conquistados no se pierdan si se pierden las elecciones que le den continuidad al proyecto, que no haya marcha atrás porque están consolidados y asumidos. Uno de los caminos para eso, agregó, es mudar la sede de la intendencia a los Centros de Distrito, volver a los barrios, extender la mirada de gestión a todo el territorio de la ciudad.

Monteverde cuestionó una campaña oficialista, la de Javkin, que no pudo mostrar logros desde la gestión y por el contrario apuntó, según su criterio, a desprestigiar al adversario incluso con el uso de identidades políticas como descalificativos. “Eso ya lo vivimos y es peligroso”, impugnó.