Desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) se esperan precisiones de los espacios políticos que disputan el próximo mandato en la provincia, en particular, y los lineamientos nacionales para la actividad. El balance de la actual gestión es en general positivo dentro del sector, pero con críticas y opiniones diversas
Mariano Ferrazzini integra como tesorero la Comisión Directiva de Fisfe y habló con el programa Apuntes y Resumen sobre el panorama electoral, la situación del sector y lo que esperan de las próximas autoridades elegidas mediante el voto popular.
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El dirigente fabril calificó como “difícil” este año para los industriales de la provincia por la sequía que afectó la cadena agrícola de amplio desarrollo en la jurisdicción, en particular la enfocada en acoplados y semirremolques. A eso, se suman, dijo, factores de la macroeconomía como en particular las restricciones a las importaciones de materia prima y la reciente devaluación del 22% dispuesta por el Gobierno nacional, que las encarece.
Pese a eso, Ferrazzini evaluó que aún se sostiene un buen nivel de actividad y recalcó que el sector continúa el diálogo con las autoridades sobre cómo seguir en medio de las crecientes dificultades.
Consultado sobre un balance del la gestión nacional iniciada en 2019, señaló que es positivo teniendo en cuenta que se partió de un proceso muy difícil en 2018-2019, con un derrumbe del 13% del PBI industrial, una cifra que consideró el inicio de un desmantelamiento del aparato productivo. “Eso se recuperó en medio de grandes dificultades”, concedió, pero insistió en que hoy se enfrenta “un escenario complejo por el contexto internacional, con el acceso a divisas para la compra de insumos muy acotado”.
Ferrazzini destacó que en el “debe” del balance sobresale una inflación de más del 100% que “hace difícil llevar adelante procesos productivos que requieren planificaciones a mediano y largo plazo”. Igual, reconoció políticas de revitalización del sector industrial para recuperar lo perdido.
Respecto a todo lo dicho, el referente industrial aclaró que en Fisfe conviven diferentes realidades productivas y distintos posicionamientos respecto de los espacios políticos que compiten por las instancias ejecutivas provincial y nacional.
Aún así, fue enfático al señalar que cada vez que la sociedad apostó a “un proyecto basado en lo financiero y los servicios, fue un desastre”. Completó que “el desafío es cómo apostar a un mercado interno con capacidad de compra, porque si no, como dice (el ministro de Producción nacional, José Ignacio) De Mendiguren, es abanicar un cadáver”.
Los anuncios de Massa
El dirigente industrial prefirió aguardar precisiones y “letra chica” de las medidas anunciadas por el ministro de Economía y candidato presidencial del oficalismo para compensar los efectos negativos de la devaluación brusca del 22%. Señaló no obstante que el impacto sobre las empresas es diferente de acuerdo a su volumen y porcentaje en el mercado, y que para los trabajadores son importantes. EN ese contexto, describió anuncios como el de las sumas no remunerativas para asalariados como paliativas.