El doctor profesor Ricardo Nidd planteó que, si bien el linaje detectado recientemente no muestra mayor virulencia que los anteriores, es necesario sostener la inoculación en forma constante

La aparición de una nueva cepa de Covid-19 llamó la atención de la Organización Mundial de la Salud y la subvariante, conocida como EG.5 O Eris, se detectó ya en Córdoba y en Ciudad de Buenos Aires.

Aunque los síntomas son semejantes a los que provocaba el contagio de los linajes anteriores, el profesor doctor en la facultad de Ciencias Médicas de la UNR, Ricardo Nidd, aseguró que no se advierte una mayor capacidad de daño, pero recomendó que se sostenga la vacunación cada ocho meses.  

“Estamos en presencia de una nueva cepa dentro de Ómicron. Es lo que está de manera prevalente presentándose en nuestro país. Si bien no necesariamente genera mayor riesgo respecto de su virulencia o capacidad de daño, es una variante que nuestro aparato inmunitario no reconoce”, explicó Nidd.  

El profesional, especialista en epidemiología, aseguró que los contagios se producen porque el organismo no está preparado porque se trata de una variante desconocida. “No está cubierta por la vacuna ni por la inmunidad de rebaño que hemos ido obteniendo durante los contagios de la pandemia”, aseguro.

Respecto a las enfermedades y contagios que se produjeron en las últimas semanas, Nidd aseguró que no pueden asociarse con la nueva variante de COVID porque no tras declararse la finalización de la pandemia “no se estuvo hisopando de manera sistemática”, por lo que no existen indicadores que permitan sacar conclusiones.

De todas maneras, marcó que existe “una disminución en la cobertura de vacunación para coronavirus y para gripe”, lo que puede provocar un aumento de casos de virosis respiratorias.

“Lo que ha disminuido notablemente es el compromiso poblacional por vacunarse. No sólo con coronavirus, sino con gripe también. Se pueden empezar a reproducir los casos. De hecho, está sucediendo. En el mundo hay un ochenta por ciento de aumentos de contagios en función del mes pasado”, advirtió.

Frente a ese panorama Nidd recomendó seguir vacunándose con frecuencia, cada vez que se supera el período de inmunidad, que dijo se extiende por ocho meses después de cada aplicación.  

“Hay que volver a vacunarse en forma permanente. Ya cuarta, quinta, sexta dosis… me parece que va a llegar un momento en el que vamos a estar por la vigesimotercera. No tiene mucho sentido. Hay que hacer los refuerzos anuales correspondientes. No importa en qué época del año. Se asume que las enfermedades contagiosas respiratorias tienen un aumento en su prevalencia en los meses de frío y en la víspera del invierno suele recomendarse la vacunación, pero se puede hacer en cualquier momento del año”, detalló.

Respecto de los síntomas que se advierten en aquellas personas que sufrieron el contagio de la nueva variante marcó que son los mismos que en las anteriores: fiebre, tos, dolores musculares, decaimiento y, en ocasiones, pérdida del gusto y del olfato. “No se ha detectado más afectaciones alternativas o diferentes a las que conocemos”, concluyó.