La escritora Inés Garland, autora de Piedra, papel o tijera, estuvo en Rosario para participar del ciclo Narradorxs junto a Alisa Lein. En diálogo con La Marca de la Almohada repasó sus inicios en la escritura.
La Marca de la Almohada recibió en el estudio Juane Basso a la escritora porteña Inés Garland, la cual se encuentra en Rosario a raíz de su participación en la quinta edición del ciclo Narradorxs junto a Alisa Lein y Federico Aicardi.
En su visita a la ciudad, la también traductora y periodista propuso “La escritura como búsqueda de lo inesperado”, un taller para indagar las múltiples maneras de adentrarse en la búsqueda del material para comenzar a escribir.
“Yo empecé a los 10 años a escribir, me acuerdo perfectamente de cuando”, comenzó a contar Garland. Y detalló: “Eran vacaciones, me desperté una mañana en Mar del Plata, en la casa de mi abuela, con un cuento en la cabeza. Era una princesa de papel del reino del papel que se enamoraba de un soldado de tijera. Si tengo que resumir lo que escribo es eso mismo pero con diferentes mascaras. A ese cuento lo ilustré, lo tengo todavía”.
Además, la literata de Los ojos de la noche (2016) definió a la escritura como “estar en tu mundo y al mismo tiempo poder comunicar tu mundo a otros” y que además le permite descubrir aspectos de ella misma a través de lo que escribe.
En relación al momento en que decidió comenzar a publicar un libro, Garland contó que fue por sugerencia de su psicoanalista cuando le contó que había terminado de escribir una novela luego de 8 años de trabajo.
“Yo leía muchísimo desde muy chica y muchas horas. Escribí siempre, pero me parecía que había escritores tan maravillosos y tan superiores a cualquier cosa que yo pudiera hacer, me comparaba todo el tiempo, entonces me parecía que lo mío no era necesario y no me animaba a mostrar. Eso siguió hasta que terminé una novela y estaba haciendo terapia. Mi analista me preguntó qué iba a hacer y dije que nada, que igual que todo, lo voy a guardar, me dijo no te parece que es hora de mostrarlo y que juzguen otros? y así fue”, relató la escritora.
Y añadió: “A pesar que todos mis trabajos me gustaron, siempre tenía la insatisfacción de no estar viviendo de lo que verdaderamente era mi pasión y tardé mucho en poder estar solamente con el tema de los libros, de escribir, de dar talleres, es muy reciente, es toda una vida que me gusta muchísimo”.
Inés Garland colabora con distintos medios gráficos y enseña escritura creativa en Argentina y Chile. Autora de libros juveniles, como Piedra, papel o tijera (Alfaguara, 2009), que recibió el galardón de ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina); con esa novela fue la primera escritora hispanoparlante en conseguir el Deutscher Jugendliteraturpreis, uno de los premios más importantes del mundo editorial en Europa. Para jóvenes también publicó El jefe de la manada (2014) y Los ojos de la noche (2016). En enero de 2019 obtuvo el Premio de Literatura Infantil Ala Delta, en España, por Lilo, de próxima aparición. Alfaguara editó los libros de cuentos Una reina perfecta (2008), distinguido por el Fondo Nacional de las Artes, y La arquitectura del océano (2014) y las novelas El rey de los centauros (2006), Una vida más verdadera (2016) y Con la espada de mi boca(2019).