El Consejo Superior aprobó un proyecto que pone un tope de cuatro años para las nuevas ofertas académicas. Las reformas de planes de estudio deberán contemplar títulos intermedios
Las nuevas carreras de grado que sean creadas por la Universidad Nacional de Rosario (UNR) serán más cortas y tendrán una extensión máxima de 4 años. Con esta reglamentación propuesta por el Rectorado y aprobada por unanimidad por el Consejo Superior de la UNR, se busca modernizar los programas de estudio y promover la graduación de estudiantes, además de adaptarse a contextos globales en permanente cambio.
La sugerencia de considerar la extensión de los planes de estudios se viene planteando tanto desde el interior de la UNR en distintos encuentros con docentes y alumnos, como también en el marco del plenario de rectores y rectoras del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y de las propuestas de trabajo de la Secretaria de Políticas Universitarias y el Ministerio de Educación de la Nación.
Las autoridades de Universidades Nacionales vienen debatiendo reformas al sistema para avanzar en cambios profundos en las propuestas académicas durante los próximos años. La idea ya consensuada es aspirar a carreras más integradas y cortas, que promuevan movilidad, contemplen títulos intermedios y modalidades híbridas o combinadas.
En ese camino es que la UNR, a través del Consejo Superior, aprobó la reglamentación que establece la carga horaria máxima de los nuevos planes de estudios de las carreras de grado. En concreto, el texto aprobado establece que el mínimo de horas exigidas por el sistema nacional o los órganos de acreditación respectivos, será tomado por la Universidad Nacional de Rosario como cantidad máxima posible. De esta forma, la UNR es la primera Universidad Pública en concretar esta transformación en los trayectos académicos formativos. En adelante, la carga horaria total del plan de estudio no superará el mínimo establecido por normativa nacional de 8 cuatrimestres, una duración de 4 años que contempla el dictado de 2600 horas.
Como el resto de las universidades argentinas, la UNR se rige por la resolución ministerial N° 6 que establece que la duración mínima de las carreras de grado debe ser de 2600 horas y 4 años. Sin embargo, hay un máximo establecido de 5500 horas y es ahí cuando los programas se vuelven en su totalidad mas extensos. La mayoría de los planes de estudio de carreras de grado de Universidades Nacionales tienen una duración superior a lo establecido como mínimo en las diversas normas. Y el tiempo se hace más extenso aún cuando se evalúa la duración real de las carreras, que está muy por encima de la duración teórica, es decir de la establecida en el plan de estudios.
En el caso de la UNR, la duración promedio real de las carreras de grado es de 9 años, un media que se repite en duración similar en todo el sistema universitario nacional. Y es esto lo que las autoridades de la universidad rosarina pretenden modificar. “No es razonable una duración promedio real de 9 años. Modificar eso requiere múltiples medidas, pero una indispensable es establecer un máximo de horas por debajo del actual y fijar una duración de 4 años para nuestras carreras de grado. Es un paso muy importante el que estamos dando, primera vez en el sistema, y va en sintonía con el conjunto de reformas académicas, pedagógicas y curriculares que estamos impulsando”, señaló el Rector Franco Bartolacci.
Con esta nueva reglamentación, la carga horaria total del plan de estudio no podrá superar el mínimo establecido por normativa nacional, es decir de 4 años y 2600 horas.
En enero pasado, en la reunión del plenario de rectores junto al ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, se consensuaron implementar plazos máximos de cursada en los próximos años. “Es una prioridad para nuestro Ministerio y el sistema universitario. Nuestro objetivo es que el estudiante termine la carrera”, explicó Perczyk que impulsa la transformación de los modelos de enseñanza. “Se trata de reconfigurar el sistema universitario argentino para el siglo XXI, para que ayude a la movilidad social y motorice la economía”, agregó.
Carreras más cortas y más egresados
“Esta modificación además busca sincerar los tiempos de estudio, ya que hay un trecho enorme entre lo que el programa dice que dura una carrera y lo que en verdad se extiende”, añadió Bartolacci. Los datos de distintas investigaciones e informes de organismos gubernamentales así lo reflejan: sólo el 29,6% de los estudiantes egresan en el tiempo teórico previsto. “Ello se debe a múltiples factores que atraviesan las trayectorias académicas de cada estudiante, pero también se vincula con las propuestas curriculares de la institución”, expresa el proyecto aprobado en el Consejo Superior y presentado por el Rectorado de la Universidad a través del Área Académica y Aprendizaje.
Dado que la retención y el egreso de los estudiantes constituye una línea prioritaria de la política académica de la UNR, se requiere acortar las distancias entre la duración teórica establecida en los planes de estudios aprobados y la duración real en el egreso de los estudiantes.
“Este análisis no sólo debe circunscribirse a reflexionar sobre las cargas horarias, contenidos, correlatividades y demás requisitos de egreso que establecen los planes de estudios, sino además considerar el volumen de la actividad académica que demanda a las y los estudiantes, las trayectorias reales de los mismos, la disponibilidad de tiempos y su relación con las posibilidades y realidades”, explica el documento.
En efecto, este nuevo formato ahora establecido como normativa general para la UNR, ya se fue aplicando en las últimas carreras de grado implementadas en estos últimos años, donde proliferaron nuevas propuestas de formación como complemento de los trayectos tradicionales de la Universidad.
“Es necesaria una segunda reforma universitaria, que resguarde el umbral de excelencia que garantiza la formación universitaria pública y al mismo tiempo provoque transformaciones curriculares, pedagógicas y académicas profundas. Para seguir cumpliendo su misión, la Universidad debe cambiar mucho y rápido”, señaló el Rector, y remarcó que esta ordenanza “se inscribe en un conjunto de cambios que estamos impulsando. No hay una medida que por sí sola nos permita dar cuenta de ese objetivo. Hay que cambiar muchas cosas y todas al mismo tiempo, siempre con la finalidad de cuidar la excelencia de nuestra formación, promover la permanencia y el egreso y permitir que lo que sucede en el aula y los laboratorios siga siendo, en un mundo que cambia tanto y tan vertiginosamente, tan relevante como lo es hoy”.