El cantante de Malón habló con Notas de Papel sobre la gira de su nuevo disco titulado Oscuro plan del poder y destacó que en sus shows en vivo hacen “un aporte espiritual” a las personas que los van a escuchar y a ellos mismos.
Luego de ocho años de espera, la banda argentina de heavy metal Malón lanzó su nuevo disco de estudio: Oscuro plan del poder.
En esta oportunidad, con la inclusión de Javier Rubio como nuevo baterista, los miembros originales Claudio O’Connor, Antonio Romano y Karlos Cuadrado ingresaron al estudio para autoproducir este flamante material de sonido demoledor con un fuerte contenido social en las letras.
El disco fue lanzado en formato físico por Pinhead Records, siendo un éxito de ventas en las primeras semanas, agotando la primera edición a las pocas horas de la salida y ahora ya puede ser disfrutado digitalmente a través de Gonna Go Records.
Son diez nuevas canciones las que integran esta placa, de la cual se desprenden tres singles y videoclips: “Un cielo rojo”; “Impulsando el encuentro” y “Pacto pesado”. De esta manera, una de las bandas de rock pesado más importante de Argentina vuelve a la actividad con un gran álbum y una gira que los llevará por todo el continente a presentarlo en las principales capitales de América. En Rosario, Malón se presentarán el sábado 3 de junio a las 20 hs en la Sala de las Artes.
El programa Notas de Papel habló con Claudio O’Connor, el cual se refirió a las nuevas canciones y remarcó como fundamental el paso del tiempo para que las mismas puedan ser apropiadas por el público.
“A la hora de tocar las canciones en vivo, la gente arenga más en los clásicos viejos que en los nuevos, hay que darle un tiempo. Quizás a nosotros nos parece como que los temas no están buenos porque no saltan como en los anteriores, lo que pasa es que tienen más tiempo de vida los temas viejos, por lo tanto es lógico que pase eso”, explicó el músico.
Y añadió: “Lo que hacemos nosotros es brindar un espectáculo, un momento de alegría, y si es posible acompañar con las canciones a quien las escucha durante su vida cotidiana. Pasa eso con la música, uno se hace amigo de las canciones y esas canciones te terminan acompañando a lo largo de tu vida. Hacemos un aporte espiritual a nosotros mismos primero, porque esta inquietud de hacer una banda y salir a tocar nos surgió desde muy chicos, y a los que nos vienen a escuchar, que se sienten acompañados por nuestras canciones”.
Finalmente, O’Connor destacó la conexión mutua que existe entre el público y la banda desde los comienzos de la misma. “Creo que es un poco mérito del público que fervoriza y nos transmite su cariño de esa manera, haciendo un pogo o cantando las canciones, cosa que nos apasiona”.