El domingo da el primer discurso de apertura de Sesiones Ordinarias para el actual presidente
* Por Alejandro Arnoletti
El presidente Alberto Fernández brindó su primer discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias el pasado domingo. Frente a la Asamblea Legislativa, inauguró el 138º Período del Congreso con un mensaje en el que se refirió a distintos temas a abordar por su gestión como la lucha contra la pobreza, las negociaciones con el FMI, la obra pública, la legalización del aborto y la lucha contra el narcotráfico, poniendo el acento en lo que ocurre en la provincia de Santa Fe.
Fernández buscó en alocución dejar a un lado la grieta y trató de apaciguar las tensiones tras una caldeada sesión en la Cámara de Diputados. Desde el Ministerio de Desarrollo Social le acercaron propuestas para generar nuevos créditos a emprendedores, fomento de trabajo genuino y la puesta en marcha de lo que resta del plan de Tarjeta Alimentaria.
Además mencionó el lanzamiento de obras de tendido de red cloacal, agua potable y vivienda, rezagados de la era Macri. En ese sentido hizo hincapié en un despliegue de un plan de transparencia para el manejo de la obra pública, denominado “Programa de Fortalecimiento de la Calidad Institucional para la Transparencia en la Contratación de la Obra Pública”. Tendrá tres ejes: reactivar el 65 por ciento de los proyectos paralizados, desplegar un programa de mano de obra intensiva para crear 20 mil puestos de trabajo y apuntalar programas alimentarios con la red de agua potable.
Fernández también hizo referencia a la reforma judicial, bajo un proyecto elaborado por la ministra de Justicia, Marcela Losardo. Y anunció el envío del proyecto de Ley de despenalización del aborto enmarcado como “cuestión de salud”. En paralelo anunció una reforma a la Ley de Adopciones y la puesta en marcha de un programa para aquellas mujeres que quieren tener hijos pero por problemas económicos abortan.
Alberto Fernández es el octavo presidente que abrió Sesiones Ordinarias en el Congreso desde la vuelta a la democracia. El primero fue Raúl Alfonsín en 1984; Carlos Menem, en 1990; Fernando de la Rúa, en 2000; Eduardo Duhalde en 2002; Néstor Kirchner, en 2004; Cristina Fernández en 2008 y Mauricio Macri, en 2016.
RAÚL ALFONSÍN
Habló el 1º de mayo de 1984 ya que antes de la reforma constitucional de 1994 las Sesiones se abrían en el quinto mes del año. Brindó un discurso de 50 minutos en los que llamó al diálogo, pidió responsabilidad a la oposición y detalló la situación en la que había encontrado el Estado tras la dictadura cívico – militar, principalmente por la arrasada institucionalidad y la economía devastada. “La reconciliación que proponemos, que debe ser una reconciliación profunda, no puede sino basarse en la verdad: sin engaños, sin recursos tácticos, sin verdades a medias, con una sinceridad absoluta de corazón, podremos encontrarnos los argentinos”, dijo.
“La grave crisis que estamos viviendo exige el sacrificio de renunciar a ventajas ocasionales y aceptar una búsqueda común de la verdad. No solamente son insinceros quienes usan del oportunismo o de los fingimientos, sino quienes formulan exigencias que en su fuero interno saben de cumplimiento imposible”, sostuvo. Asimismo resaltó: “La justicia exige verdadera honestidad y verdadero interés por nuestros contemporáneos”.
CARLOS MENEM
Había asumido el 8 de julio de 1989 por la anticipada salida de Raúl Alfonsín. Casi un año después, el 1º de mayo de 1990, brindó su primer discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias. En algo más de una hora contó los esfuerzos de los primeros meses y expuso su plan de reforma del Estado y privatizaciones.
El riojano planteaba “mejores reglas de competencia, una optimización de los gastos públicos en materia social y educativa, la modernización de la legislación laboral y todo lo que haga a una profunda transformación del Estado y la Nación”. Llamó a “realizar un formidable esfuerzo de apertura mental para comprender con exactitud lo que ocurre en un mundo que está reformulando sus límites y diseñando un mapa diferente”. En tanto que pidió dejar de lado “ideologismos estáticos y obcecados”.
FERNANDO DE LA RÚA
El 1º de marzo de 2000 brindó su primer discurso, de los solamente dos que tuvo. La exposición fue breve y pidió por una nueva transformación del Estado. “Este que tenemos ahora no sirve para nada”, dijo y agregó: “No exagero. Es chico. No tiene nada más que vender. Sin embargo tiene una deuda que amenaza a todo el sistema y asfixia al sector privado”.
Su presentación ante el Congreso careció de anuncios y lo plagó de apreciaciones. “A nadie le gusta aumentar los impuestos. A nadie le gusta administrar la escasez, pero yo no estoy aquí para hacer las cosas que me gustan sino las necesarias. Y lo que el país necesita, repito, es eliminar su déficit para tener libre el camino del progreso y del crecimiento”, manifestó.
EDUARDO DUHALDE
El exgobernador bonaerense llegó a la presidencia tras las renuncias de De la Rúa y Rodríguez Saá, y las presidencias de un día de Puerta y Caamaño. Duhalde habló durante 40 minutos ante un recinto con muchas ausencias. Desde sus palabras trató de llevar calma en medio del “incendio” a todos los sectores.
“En estos momentos el Estado no tiene posibilidades de materiales de dar respuesta a todos los reclamos sectoriales al mismo tiempo”, reconoció. Al mismo tiempo prometió “fijar un orden de prioridades para los costos de las crisis no vuelvan a recaer sobre los sectores más vulnerables”.
NÉSTOR KIRCHNER
El santacruceño compareció ante el Congreso 9 meses después de su asunción anticipada el 25 de mayo de 2003. “No somos el gobierno del default. No queremos repetir los viejos errores ni eludir la responsabilidad histórica. No queremos persistir en el default, pero la más fría racionalidad indica que las recetas del pasado no pueden aplicarse”, dijo.
El expresidente enfatizó en torno a la deuda: “Cada vez que paguemos debemos tener en cuenta que hay millones de argentinos que están sufriendo el hambre y la exclusión porque hubo una dirigencia y organismos internacionales totalmente inflexibles a las realidades de nuestros hermanos”.
CRISTINA FERNÁNDEZ
Al igual que De la Rúa, posteriormente Macri y ahora Alberto Fernández el discurso se dio a casi tres meses de su asunción. Su presentacion, de una hora y cuarto, contó con críticas a las fuerzas de seguridad, la banca privada, la Justicia y cierto sector del empresariado.
La entonces mandataria llamó al “acuerdo del Bicentenario” y al respecto pidió: “Los argentinos tenemos que reflexionar sobre esos 200 últimos años que hemos vivido, algunos a través de la historia, otros hemos vivido una parte del siglo pasado y hemos sido protagonistas como militantes o en algún lugar de cosas muy terribles que nos sucedieron a todos los argentinos”. En otro tramo del discurso valoró distintos logros que hizo su marido al frente de la presidencia.
MAURICIO MACRI
El último presidente que abrió Sesiones Ordinarias tuvo su primera de las cuatro exposiciones el 1º de marzo de 2016. Su discurso estuvo básicamente centrado a criticar la presunta herencia kirchnerista y prometía bajar la inflación, generar empleo, reducir la pobreza y combatir el narcotráfico.
“En los últimos años el Estado ha mentido sistemáticamente, borrando líneas entre la realidad y fantasía”, dijo y llamó a sancionar los proyectos para cerrar el acuerdo con los fondos buitre. Entre otros aspectos, Macri denunció encontrar un Estado “desordenado y mal gestionado”, con “falta de planeamiento, corrupción y desidia” que lo hicieron tener “poca o nula capacidad para atender sus obligaciones”.
En ese sentido criticó “un Estado plagado de clientelismo y al servicio de la militancia política y de destrucción de la carrera de los trabajadores públicos”. Manifestó en esa línea que “no creció el empleo en los últimos años tanto por la inflación como por los impuestos y por las malas políticas aplicadas”. “Nos acostumbramos a vivir así y pensamos que era normal”, resumió.
El domingo Alberto Fernández abrió el 138º Período de Sesiones Ordinarias del Congreso con un discurso ante la Asamblea Legislativa. De esta forma quedaron inauguradas por 2020 las sesiones de Diputados y Senadores.