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Alquileres en Rosario: aumentos de hasta 10% en un mes

Un monoambiente consume el 84% del salario mínimo y el 72% de una jubilación, sin contar expensas. Los precios subieron hasta 78% en un año, según un informe del Ceso, mientras el índice del BCRA marca un alza del 150% interanual

Los precios de los alquileres en Rosario registraron incrementos significativos durante el mes de marzo, según el último informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). Los datos revelan que los departamentos de un ambiente experimentaron un aumento del 8.7%, alcanzando un valor medio de 250.000, mientras que las unidades de dos ambientes subieron un 10%, dejando una media de alquiler en $ 330.000 . Los de tres ambientes se mantuvieron estables en $400.000, aunque todos los tipos de vivienda muestran incrementos interanuales preocupantes.

El análisis comparativo muestra que en los últimos doce meses los alquileres de monoambientes y tres ambientes acumularon un aumento del 66.7%, mientras que los de dos ambientes registraron una suba del 78.4%. Estas cifras coinciden con el Índice para Contratos de Locación publicado por el Banco Central, que reportó una variación interanual del 150.2% al primer día hábil de marzo.

La situación afecta especialmente a los sectores más vulnerables. Los jubilados, cuyos haberes promedios alcanzan los 349.122,deben destinar el 71.6% de sus salarios. Por su parte los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Vital y Móvil ($296.832) destinan el 84,2% de su ingreso al pago del alquiler de un monoambiente.. Estos cálculos no incluyen las expensas, que según el estudio representan en promedio un 15.8% adicional sobre el valor del alquiler, empeorando aún más el panorama.

El mercado inmobiliario rosarino muestra así una tensión creciente entre la oferta y la demanda, con precios que se alejan cada vez más de la capacidad adquisitiva de gran parte de la población. Esta dinámica responde a múltiples factores, incluyendo la inflación persistente, la desregulación del sector y la falta de políticas públicas efectivas para garantizar el acceso a la vivienda.

El informe del CESO concluye con una advertencia sobre la necesidad de monitorear esta situación, que de no mediar intervenciones oportunas, podría derivar en un aumento de los desalojos y una mayor precarización habitacional. Por ahora, las autoridades no han anunciado acciones concretas para abordar lo que ya se perfila como una de las crisis más graves en el acceso a la vivienda de los últimos años.