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Argentina cerró 2024 con el gasoil más caro de América del Sur, pese a una producción energética récord

El país lidera los precios de combustibles en la región con USD 1,19 por litro de gasoil, afectando a consumidores y sectores productivos clave como el agro. Mientras tanto, la producción de petróleo y gas alcanzó niveles históricos, pero sin impacto en los surtidores

Argentina finalizó 2024 como el país con el gasoil más caro de América del Sur, alcanzando los USD 1,19 por litro. Este récord superó incluso a Uruguay, históricamente conocido por liderar los precios de combustibles en la región. Además, la nafta súper también se posicionó entre las más costosas, con USD 1,14 por litro, según un informe de Montamat & Asociados.

El impacto no se limitó a los consumidores finales, sino que afectó significativamente a sectores estratégicos como el agropecuario, que depende profundamente del gasoil para sus actividades.

El agro fue uno de los más golpeados por la suba de costos en combustibles, un insumo esencial en sus operaciones. Juan José Bahillo, exsecretario de Agricultura, señaló que la devaluación del tipo de cambio oficial durante 2024 generó un incremento en los insumos dolarizados, incluido el gasoil. Esto redujo considerablemente la capacidad operativa del sector, agravando la presión económica sobre los productores.

Mientras Argentina lidera con USD 1,19 por litro de gasoil, países vecinos como Uruguay registraron USD 1,15, Brasil USD 1,01, Chile USD 0,99 y Perú USD 0,95. En el caso de la nafta súper, aunque Argentina quedó por debajo de Uruguay (USD 1,74) y Chile (USD 1,30), superó a Brasil y Perú, consolidando su posición entre los países con mayores costos de combustibles en América del Sur.

Pese a los altos precios, 2024 fue un año destacado para el sector energético argentino. La producción de petróleo y gas natural alcanzó niveles no vistos en dos décadas, impulsada principalmente por el desarrollo de Vaca Muerta. Según la Secretaría de Energía, el superávit energético del año superó los USD 5.000 millones, gracias al aumento en la capacidad de exportación de gas natural y otros recursos.

A pesar de estos logros, los precios internos de los combustibles continuaron en ascenso, sin reflejar los beneficios de la expansión productiva. Este contraste pone de manifiesto las dificultades para trasladar los resultados positivos del sector energético al bolsillo de los consumidores y a los costos de los sectores productivos.

El gobierno enfrenta un reto complejo: aprovechar la posición fortalecida en el mercado energético regional mientras busca mecanismos para aliviar los costos internos. La brecha entre los avances en infraestructura y producción, y el impacto negativo en el mercado interno, es una tarea pendiente para 2025.