Este martes, en un acto que incluyó la firma de un convenio entre la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el intendente de Rosario, Pablo Javkin, se lanzó oficialmente la urbanización de los barrios Tablada y Cordón Ayacucho, un proyecto financiado por el Fondo de Integración Socio-Urbana (FISU) con una inversión de 7 mil millones de pesos. Aunque la obra fue bien recibida, desde organizaciones locales destacaron la falta de continuidad en otras ocho obras de urbanización en barrios populares de la ciudad, suspendidas desde hace casi diez meses
La urbanización en Tablada busca retomar un proyecto que quedó inconcluso en años anteriores y representa la primera gran obra de este tipo financiada a nivel nacional en Rosario. Durante el acto, Javkin subrayó que el trabajo en Tablada comenzará de inmediato y que esta intervención era necesaria para mejorar la calidad de vida de los habitantes de un sector gravemente afectado por la violencia en los últimos años. Sin embargo, representantes de la Mesa Regional de Barrios Populares aprovecharon el evento para reclamar la reactivación de obras similares en otros barrios de Rosario, señalando que, si bien valoran el avance en Tablada, existe una demanda insatisfecha en otros sectores igual de vulnerables.
Agustín González, integrante de la Mesa de Barrios Populares del Movimiento Evita, expresó su postura en La Marca de la Almohada. “Se trata de una cuestión con Nación; no tenemos nada en contra de la renovación en barrio Tablada, sino que pedimos por la reactivación en todos los barrios que precisan de este tipo de intervención”, explicó González, quien destacó que estos proyectos son fundamentales para la regularización de servicios básicos en sectores donde las familias carecen de acceso a conexiones de agua, electricidad, veredas y pavimentación.
En ese sentido, González recordó que el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), creado durante el gobierno de Mauricio Macri, permitió llevar a cabo importantes avances en distintos barrios populares de la ciudad, atendiendo necesidades de infraestructura y servicios. “Desde la mesa regional, obtuvimos con éxito obras en diferentes barrios de Rosario. Nuestro reclamo ahora es reactivar obras que están paralizadas, que no se concluyeron y que precisan de su reactivación. Son cerca de nueve locaciones, barrios como La Bombacha, Santa Rosa, Los Pumitas, Saladillo, San Francisquito, Villa Banana, San Martín Sur y Las Flores Sur”, detalló.
Los trabajos que aún no se reanudaron en estos barrios incluyen obras de acceso a servicios básicos como el agua potable, electricidad y pavimentación, además de la construcción de espacios comunes. González enfatizó la importancia de estos espacios para la integración de los vecinos y el desarrollo comunitario: “Las intervenciones van desde veredas, conexiones eléctricas, acceso al agua, pavimentación para integración y acceso a los barrios, como salones de usos múltiples para la comunidad”, agregó. Estos salones, explicó, servirían para actividades recreativas, formativas y de salud, promoviendo una mayor cohesión social en estas comunidades.
A pesar de los reiterados intentos de diálogo, González lamentó la falta de respuesta de las autoridades nacionales, a quienes han intentado contactar desde diciembre para dar continuidad a estos proyectos. “Dialogamos con la Municipalidad tras intentar hacerlo con Nación, venimos desde diciembre sin obtener respuesta”, indicó. Aprovechó la ocasión de la firma del convenio entre Bullrich y Javkin para visibilizar el pedido y reiterar que la urbanización de Tablada, si bien significativa, no debería ser la única intervención, dado que existen otras zonas de Rosario con igual necesidad de obras de infraestructura básica.
En relación con la falta de avances en los otros proyectos, representantes de la Mesa Regional de Barrios Populares expresaron que la suspensión de obras en los barrios mencionados afecta a aproximadamente 2.600 familias que continúan esperando soluciones. La situación ha generado preocupación, ya que, según el relato de los vecinos, en algunos sectores incluso se ven forzados a recurrir a conexiones de agua y electricidad irregulares, que no solo son insuficientes sino también peligrosas para los habitantes.
El convenio firmado este martes fue presentado como un paso adelante en la integración de sectores vulnerables de Rosario. Sin embargo, la falta de continuidad en los otros proyectos y las demoras prolongadas han generado desconfianza entre los representantes de los barrios. En declaraciones adicionales, González expresó su preocupación por la capacidad de las autoridades para cumplir con los compromisos adquiridos: “Aprovechamos el día de ayer en la firma del convenio para visibilizar el pedido, ya que se reactiva una sola obra cuando la necesidad es mayor”, afirmó.
La urbanización de Tablada incluirá, entre otras cosas, la pavimentación de calles y la regularización de conexiones de agua y electricidad, obras que buscan brindar mejores condiciones de vida a los vecinos del barrio. Desde la Municipalidad de Rosario, Javkin enfatizó que el proyecto representa un avance significativo en términos de seguridad y calidad de vida para los habitantes de Tablada, uno de los barrios más golpeados por la inseguridad en los últimos años.
Las demandas de las organizaciones sociales, como explicó González, no buscan priorizar un barrio sobre otro, sino asegurar que todos los barrios con proyectos en marcha reciban el financiamiento y los recursos necesarios. La expectativa, expresaron los referentes, es que la urbanización integral sea una política sostenida que contemple a cada sector de la ciudad, garantizando condiciones de vida dignas y servicios adecuados a los habitantes de cada barrio.