El precio de la canasta básica alimentaria en la provincia de Santa Fe aumentó un 8,1% en agosto, superando el promedio nacional. Según María Celina Calore, economista del CESO, este incremento impactó más en los sectores de menores ingresos, generando una creciente brecha con los sectores medios
En agosto, los precios en los supermercados de la provincia de Santa Fe aceleraron notablemente, con un aumento promedio del 5,6%, según un estudio centrado en comercios minoristas del Gran Rosario. María Celina Calore, economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), analizó esta evolución en diálogo con La Marca de la Almohada, señalando el fuerte impacto de los aumentos en productos básicos de la canasta alimentaria. “Algunos productos crecieron en un 8%, lo que incrementó el costo de vida de los sectores más vulnerables”, afirmó.
Calore explicó que este aumento significativo en los precios afecta principalmente a las personas con menores ingresos. “Esto se traduce en que el costo de vida de los sectores con menores ingresos se incrementó más que el de los sectores medios”, detalló. En particular, mencionó que la canasta básica alimentaria, que mide los nutrientes necesarios para la subsistencia, fue la más afectada por los incrementos.
La economista también se refirió a la tendencia inflacionaria que venía registrándose en la provincia. “En el segundo trimestre del año, entre abril y junio, observamos una desaceleración de precios, pero en julio volvieron a aumentar y en agosto dieron otro salto significativo”, relató. Este fenómeno reflejó la aceleración de la inflación en el mercado de alimentos, afectando principalmente a los más vulnerables.
Sobre las razones detrás de este incremento, Calore explicó que “los costos en los supermercados aumentaron debido a la quita de subsidios a la energía, lo que llevó a las empresas a ajustar los precios para mantener su margen de rentabilidad”. Este ajuste, sumado a la falta de recomposición salarial, profundizó la recesión en la región. “El contexto es complejo: no se recomponen los ingresos, los precios no ceden y las ventas caen”, subrayó.
A nivel nacional, la inflación fue del 4,2% en agosto, un porcentaje considerablemente inferior al registrado en la provincia de Santa Fe. El Índice de Precios en Supermercados (IPS) en Santa Fe acumuló un incremento del 75% en los primeros ocho meses del año, con una variación interanual del 311%. Este contraste entre la evolución de precios y el estancamiento salarial agravó la situación de los consumidores, especialmente aquellos de menores recursos.
El informe del CESO también reveló que la canasta básica alimentaria para una familia promedio aumentó en $13.344 en agosto respecto al mes anterior. Esto significó que, para cubrir sus necesidades alimentarias básicas, una familia necesitó $443.451 en ese mes, mientras que una persona adulta debió contar con al menos $178.000 para no caer en la indigencia.
“Comprar los víveres hoy es 311% más caro que hace un año”, destacó Calore. El acumulado anual de la canasta básica alimentaria fue del 90%, mientras que la variación interanual alcanzó el 270%. Estos datos reflejan la gravedad de la situación económica en la provincia, donde la inflación y la falta de recuperación salarial están generando una presión creciente sobre los sectores más vulnerables.