El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA) advirtió que el consumo de lácteos en Argentina cayó un 17,6% en el primer semestre de 2024, anticipando que, de continuar la tendencia, el año cerrará con el menor registro histórico. La producción y el consumo per cápita experimentaron descensos alarmantes, según reveló el informe
El Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA) reveló que el consumo de lácteos en Argentina sufrió una caída histórica del 17,6% durante el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según el informe, esta tendencia podría culminar en el nivel de consumo más bajo registrado en la historia del país, con un preocupante descenso tanto en litros como en toneladas de productos lácteos consumidos por la población.
El IDAA destacó en su informe que “el consumo anualizado per cápita en 2024 se proyectó en 156,3 litros por habitante, muy por debajo de los 194 litros por habitante que se registraron en 2023”. El instituto subrayó que “seguramente el año 2024 cerrará con el menor consumo que se tenga registro en nuestra historia”. Esta alarmante tendencia fue comparada con años anteriores, destacando que “en 1990 consumíamos 162 litros por habitante por año, y en el 2000 alcanzamos un pico de 227 litros por habitante”.
El informe también puso en evidencia la magnitud de la caída en las distintas categorías de productos lácteos, señalando que “las leches fluidas presentaron una caída del 23% en la comparación interanual de junio y acumulan un 16,2% de caída en el semestre”. El análisis detalló que la leche fluida no refrigerada cayó un 18,5% en el semestre, mientras que la leche refrigerada mostró una disminución del 12,2%. Además, el consumo de leches en polvo sufrió un descenso interanual del 33% en junio, acumulando una caída del 30% en lo que va del año.
El IDAA hizo hincapié en que “la larga vida tuvo una disminución del consumo más importante y la leche en polvo entera y semidescremada literalmente se desplomó”. Esta situación fue atribuida a la reducción del poder adquisitivo de la población, que optó por consumir menos y por productos más económicos. “En junio se profundizó la baja del consumo, aún de las más baratas”, remarcó el informe, destacando la gravedad de la situación.
En cuanto a los quesos, que representan el 60% del consumo de lácteos en Argentina, el informe registró una caída del 18% interanual en junio, con una merma acumulada del 11% en el primer semestre de 2024. Además, otros productos lácteos como postres y flanes, yogures, manteca, crema y dulce de leche también mostraron caídas significativas en el consumo, con descensos que oscilan entre el 12% y el 53,4%.
Por otro lado, la producción de leche en Argentina también exhibió un notorio declive, acumulando una caída interanual del 12,6% en el primer semestre del año. Este descenso marca el nivel más bajo de producción en valores absolutos de los últimos 17 años, lo que refleja una crisis profunda en el sector lácteo. En términos per cápita, la producción de leche en 2024 se posicionó como “la más baja que se tenga registro en nuestra historia”, según indicó el informe.
En contraste, las exportaciones de productos lácteos mostraron un incremento en volumen, con una suba interanual del 6% en toneladas y del 8% en litros equivalentes durante junio. Sin embargo, en términos de divisas, el aumento fue marginal, alcanzando apenas el 0,1%. Este fenómeno se replicó en el acumulado del primer semestre, donde las exportaciones crecieron un 6,7% en toneladas y un 13% en litros equivalentes en comparación con el mismo periodo de 2023, a pesar de la disminución en la producción. No obstante, las divisas ingresadas por ventas al exterior cayeron un 2,4% en el mismo periodo, lo que refleja una compleja situación para el sector.
El volumen exportado representó el 28,5% de la producción total, un porcentaje que, si bien muestra un aumento en las exportaciones, evidencia la gravedad de la crisis interna del consumo y la producción láctea en Argentina.