Javier Martín, presidente de la Federación Industrial de Santa Fe, expresó su inquietud ante el marcado descenso del 8,3% en la producción fabril en los primeros meses del año, con sectores clave como minerales no metálicos a Automotor registrando derrumbes récord. Mientras tanto, desde el sector advirtieron sobre el impacto negativo de la apertura de importaciones, que competirán directamente con la fabricación nacional, poniendo en riesgo la estabilidad económica y la competitividad de las empresas argentinas
En los primeros dos meses del año, el sector fabril enfrenta una significativa caída del 8,3 por ciento en su actividad. Esta tendencia se refleja en diversos sectores, donde 9 de los 12 registraron descensos alarmantes, siendo los más pronunciados en Minerales no metálicos (-24,8%) y Automotor (-19%). Esta última se vio afectada por una disminución en las ventas de vehículos nacionales tanto en el mercado interno (-21,3%) como en las exportaciones (-1,6%), mientras que la producción de Metalmecánica descendió un 13,5%.
La Unión Industrial Argentina (UIA), comenzó a cuestionar de manera contundente, solicitando el “sostenimiento de la demanda”. En tan solo cuatro meses de gestión de Javier Milei, la crisis llevó a las pymes al borde de la quiebra y a las grandes empresas a recortar personal, generando una recesión de tal magnitud que incluso conglomerados como Techint, Arcor y Ledesma debieron responder a la presión de las pequeñas empresas elaborando un documento con exigencias al Ejecutivo.
Javier Martín, Presidente de la Federación Industrial de Santa Fe, expresó su preocupación al respecto en entrevista con La Marca de la Almohada: “Vemos los números con mucha preocupación, veníamos complicados en 2023 que finalizó con retracción y estos primeros meses de 2024 han sido demoledores, especialmente pensando en el mercado interno”.
Martín señaló que la situación actual del sector industrial es sumamente preocupante, evidenciando una tendencia negativa que se viene manteniendo desde el año anterior. La caída en la actividad económica, especialmente en el mercado interno, generó una situación crítica para las empresas. “Yo separaría la industria de la molienda oleaginosa, que son quienes han tenido un repunte muy importante vinculado a la llegada de las lluvias. Después, las industrias vinculadas al mercado interno tienen caídas del 20-30%”.
En ese sentido el representante de los industriales santafesinos la difícil situación que atraviesan las pequeñas empresas, que carecen de recursos para sobrellevar prolongados periodos de inactividad económica: “Es una situación muy complicada porque las pequeñas industrias no tienen espalda para soportar tantos meses de caída. Además hay que hacer frente al aumento de impuestos y servicios”.
Además Martín se expresó acerca de la variabilidad en la caída de las ventas según el sector, mencionando que, si bien en alimentos la disminución es menos pronunciada, en sectores como el de muebles la situación es más preocupante. Además, explicó que, en el caso de alimentos, los consumidores han optado por marcas más económicas en respuesta a la crisis económica. “La caída de las ventas depende mucho del rubro. Por ejemplo en alimentos, la caída es menor que en otros como muebles. Lo que sucede con alimentos de primera necesidad es que se pasa de primeras marcas a segundas o terceras”, afirmó.
En tanto el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe subrayó la situación en la que se encuentran los productos no esenciales: “Pero en el caso de productos que no son de primera necesidad están en una situación compleja. Recordemos que lo más desactualizado son los salarios y las personas cada vez se ajustan más el cinturón”.
La preocupación por la apertura de importaciones es otro de los temas que abruma a los productores fabriles: “Nos preocupa la apertura de productos importados. Están ingresando productos que compiten directamente con la fabricación nacional. Abrir las importaciones no va a bajar los precios, sino competencia que en algunos casos es desleal por beneficios impositivos a importadores”.
Finalmente aseveró: “Estamos peor que en la pandemia en muchos casos. Sinceramente no esperábamos esto por parte del gobierno de Javier Milei, quien anunció en campaña que iba a dar un margen de dos años antes de hacer apertura de importaciones”.