Lo anunció el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, quien remarcó el esfuerzo de la institución para mantener abiertos desde este miércoles los seis comedores donde la comunidad universitaria consigue menues saludables a precios económicos. También se refirió a las dificultades que afronta la UNR en lo que hace a materia salarial y de obras de cara a un año sin un presupuesto establecido por el Estado nacional
Desde este miércoles 7 de febrero, todos los comedores de la Universidad Nacional de Rosario volvieron a abrir sus puertas con el inicio del año académico que se prevé conflictivo y que desde la propia institución “se ve con cautela y preocupación por la situación que se atraviesa en el país, pero que no puede detener los proyectos e ideas que tenemos en nuestra Universidad”.
En ese marco, el rector Franco Bartolacci diálogo con La Marca de la Almohada e hizo hincapié que “una de esas ideas precisamente la reapertura de los comedores, algo que para muchos integrantes de la comunidad universitaria significa la posibilidad de seguir adelante con sus estudios” y además, “cumplen una función importante como centros de socialización de nuestra comunidad para la reunión de alumnos, docentes y no docentes que ven allí un lugar distintivo de la vida universitaria en esta época de presencialidad”.
Bartolacci expresó que se está haciendo “un esfuerzo colectivo para mantener un precio de menú accesible en el contexto económico que estamos atravesando” y marcó lo importante de seguir fomentando la consolidación de la política de comedores. “Estamos convencidos de que colabora a sobrellevar la situación de crisis en la que se encuentra el país y las dificultades que tienen muchos estudiantes para seguir con sus estudios universitarios”, ratificó. Y recordó que durante el ciclo lectivo 2023 se vendieron 6.500 menúes diarios en los distintos comedores.
Con el objetivo de colaborar con la comunidad universitaria (docentes, no docentes y estudiantes), la Universidad Nacional de Rosario cuenta con seis comedores que ofrecen almuerzos y cenas por 500 pesos y desayunos y meriendas por 250 pesos. En tanto, para docentes y no docentes el valor del menú es de 1.100 pesos. Las comidas son variadas, cambian todas las semanas y hay opciones vegetarianas y especiales para celíacos, todo ello supervisado por nutricionistas de la propia Universidad. Sobre este tema, Bartolacci resaltó que “eso es posible por un gran esfuerzo en materia presupuestaria, algo que no pasa en ninguna parte del país y eso es porque hay una institución que tiene las políticas de bienestar más extendidas y profundas del sistema universitario nacional y porque creemos que cuando más grande es la crisis más importante debe ser la presencia de la Universidad”.
Los comedores que están en funcionamiento son el de la Ciudad Universitaria, en Berutti y Riobamba; el de Ciencias Veterinarias, en la ciudad de Casilda; el de Ciencias Agrarias, en la localidad de Zavalla; el del Área Salud, en Santa Fe y Ricchieri; el de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, en Pellegrini 250; y el del Área Centro, en Córdoba 1917. Durante febrero los mismos funcionarán en el horario reducido de 7.45 a 16 horas, mientras que en marzo retornarán a sus horarios habituales de 7.45 a 22 hs.
“La UNR destina una importante suma de su presupuesto para seguir consolidando su política de Comedores Universitarios. Queremos asegurarnos que nuestra comunidad pueda consumir un menú saludable, rico y nutritivo. Nos propusimos que exista un comedor universitario por cada área de la UNR y que estos sean un espacio de encuentro para todas y todos”, explicó Bartolacci.
Los y las estudiantes que ya hayan utilizado el servicio durante años anteriores van a poder seguir accediendo a su cuenta en comedores.unr.edu.ar para reservar el menú estudiantil. En cambio, los ingresantes 2024 deberán dar de alta su usuario para poder acceder al sistema y así retirar el menú. Podrán hacerlo en cualquiera de los comedores.
Además, dijo el rector, “durante los últimos dos años se trabajó en el equipamiento de los bares de las distintas facultades, los cuales también ofrecen alternativas de menús económicos” y en ese sentido recordó que “se abrieron bares en las facultades de Derecho, Psicología, Ciencias Agrarias, Odontología, Ciencias Económicas, Política y Relaciones Internacionales, como así también en la Escuela Superior de Comercio, que previó a la pandemia de Covid 19 estaban concesionados y tras ello empezamos a recuperarlos desde la administración pública universitaria”.
“Este es un año muy complejo y la situación nos preocupa mucho”, manifestó Bartolacci. Y explicó que “durante el año 2023 nosotros tuvimos una cuota de gasto de funcionamiento, que es lo que el Estado nacional manda mensualmente a las Universidades para afrontar todos los gastos por fuera de los aportes para salarios, que no se modificó a pesar de los índices inflacionarios que atravesamos y nos llevó a sufrir varias dificultades pero con un gran esfuerzo llegamos a fin de año sin lesionar la planificación que teníamos. Y este año empezamos en función de la decisión del gobierno nacional con la misma cuota de enero de 2023, lo que de proyectarse con el paso de los meses sin cambios que estamos gestionando y exigiendo a las autoridades nacionales generará muchas dificultades para atravesar el 2024”.
No obstante, Bartolacci dijo que “hay que generar con creatividad, imaginación y dedicación nuevas alternativas para poder garantizar las cosas relevantes que debemos proteger para nuestra comunidad como son las políticas de bienestar que serán priorizadas en este contexto”. “¿Cómo pudimos sostener nuestras políticas en este marco durante 2023 y cómo iniciamos este año?”, se preguntó el rector, y respondió que “es con una administración responsable y razonable que establece prioridades que permite sostener esas cuestiones importantes”.
Asimismo, el rector dijo que “no cejaremos en nuestro reclamo a las autoridades nacionales para que se incremente la partida de gastos de funcionamiento de la Universidad, no para tener holgura porque soy consciente de que otra vez se nos están pidiendo enormes esfuerzos, sobre todo a la gente que peor está y eso significa mucha responsabilidad para las instituciones públicas, pero sí para exigir lo mínimo e indispensable para poder cumplir con nuestras obligaciones”.
En cuanto al reclamo a la Nación que las Universidades Nacionales hicieron a fines del mes pasado para poder afrontar el pago de los salarios y que permitió a último momento cumplir con la obligación, Bartolacci dijo que “es muy difícil al relación con el gobierno nacional, es una pelea del día a día para poder sostener las cosas que la Universidad debe sostener pero tenemos la expectativa de que haya una respuesta positiva a los reclamos porque sino será seguramente un año muy difícil con un presupuesto de enero de 2023. El dramatismo y la magnitud del problema las autoridades nacionales ya lo conocen, ahora esperamos una respuesta tras una reunión que el Concejo Universitario Nacional tiene prevista”.
A eso, el rector de la UNR sumó dos temas complejos: “El de obras de infraestructura más allá de las que hacemos con el presupuesto propio que en este contexto se hace cuesta arriba sostenerlo pero que aún nos permite cumplir con los plazos establecidos como es el caso de Derecho, que esperamos terminar en abril o mayo; pero aparte hay cinco grandes obras involucradas en el Programa de Infraestructura Universitaria, tres que estaban desarrollándose y dos que tenían fecha de licitación para este mes. Desde diciembre venimos haciendo gestiones para avanzar con esas obras pero como todavía no hay precisiones en la Nación sobre estos temas nos invade la incertidumbre acerca de qué será lo que va a pasar”.
Y a eso se le suma la discusión paritaria nacional, agregó Bartolacci, “que lo lleva adelante el gobierno nacional con las entidades gremiales docentes y no docentes y que nosotros acompañamos para que se logre una recomposición salarial que permita recuperar la fenomenal pérdida que han sufrido los salarios en el último año y en estos primeros meses de 2024, lo que requiere un incremento sustancial para equilibrarlo y al respecto sabemos que sobre fin de este mes habría una reunión para constituir el ámbito paritario que yo integro como representante del CIN y esperemos encontrar un acuerdo razonable para evitar complicaciones en el inicio de las clases”.