El titular de la UCR de Santa Fe y diputado provincial reelecto por el departamento San Cristóbal se refirió al papel de oposición propositiva del partido en la nueva etapa, opinó en favor de la continuidad, con revisiones, de Juntos por el Cambio, y la importancia de la obra pública nacional en marcha y licitada en el distrito
Este miércoles, misma jornada en que los gobernadores referenciados en Juntos por el Cambio emitían un comunicado por el que se comprometen con la gobernabilidad pero reclamaban ser tenidos en cuenta en las decisiones del próximo Ejecutivo nacional en razón de su peso territorial y necesidades, Michlig señaló que si se cumple la advertencia de Milei de bajar a cero la obra pública a cargo de Nación “sería un retroceso” en la creación de infraestructura y además en término de pérdida de fuentes laborales.
De todos modos, el senador reelecto sostuvo que hay que receptar con cautela “las cosas que se dicen en las entrevistas”. La referencia es a la que el libertario concedió este lunes a Alejandro Fantino, en la que afirmó que “no hay plata” para financiar obra pública en marcha o pautada y que las provincias y municipios deberán buscar la forma de realizarlas, o pactar con privados.
“Van a tener que contar hasta 100 para frenar una obra o no continuar con una que esté en marcha”, estimó Michlig respecto del impacto.
El riesgo, para Santa Fe, es grande: la ampliación de la planta potabilizadora de agua de ASSA, el gasoducto Gran Rosario, los trabajos en la Cascada del Saladillo y las rutas nacionales, entre otras. En total, son 144.
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El senador provincial destacó la necesidad de concluir obras ya planificadas destinadas a mejorar la calidad de vida o dar mayor conectividad. Mencionó como ejemplo el acueducto San Javier, que dará agua potable a 49 localidades que hoy consumen agua con arsénico, nitratos, nitritos, perjudiciales para la salud.
Sobre la posibilidad de reflotar el esquema de los PPP (Participación Público Privada) del macrismo, recordó que esa experiencia fracasó rotundamente. Apenas el 1% de las propuestas se pudieron llevar adelante. “En la Argentina actual es un esquema de difícil ejecución”, reflexionó el radical.
Su postura, explicó, es no dramatizar las declaraciones en medios y esperar que Milei empiece a gobernar. “Ahora comienza el baño de realidad”, recordó sobre la distancia que media entre los dichos altisonantes y la experiencia en la gestión. La mirada previa es una cosa y la realidad, las posibilidades y los pro y contra de cada medida, otra. No obstante, Michlig señaló que no le caben dudas de que se tiene que ir a un equilibrio de las cuentas fiscales y una puesta en caja económica, pero teniendo en cuenta los condicionamientos que impone la coyuntura.
Ya respecto al posicionamiento de la UCR, en el nivel nacional y como integrantes de la coalición JxC, el dirigente indicó que, como espacio que en la elección general salió tercero, se ubicó para la segunda vuelta en la aceptación del mandato electoral de ser oposición, aunque será constructiva, dijo, y propositiva. “Acompañando lo que haya que acompañar por el bien de los argentinos, con respeto al voto popular mayoritario”. Y desde el frente local Unidos por Santa Fe, con la mira puesta en defender los intereses de la provincia.
De todos modos, y en términos generales, enfatizó que coincide con el cambio propuesto por el electorado, “porque el kirchnerismo le dio la espalda al interior del país y en especial a Santa Fe respecto a las obras de infraestructura” que necesita el distrito. Y pese a las declaraciones de MIlei, expresó su deseo de que el Gobierno que viene “sea diferente”.
Sobre la coalición que integra el radicalismo a nivel nacional, en crisis tras la decisión del ex presidente Mauricio Macri de pactar con La Libertad Avanza para la segunda vuelta, sin consulta con los socios del espacio, Michlig apostó a la continuidad de esa construcción. “Con los cambios y las reformas” necesarias tras el cimbronazo. “Para acompañar y marcar diferencias”, insistió sobre el papel de oposición propositiva.