A cuatro años de la sanción, una encuesta de AnyBody mostró que la implementación es imperfecta. “El 60% de las encuestadas manifiesta que para acceder a determinados talles debe gastar más dinero”, dijo la coordinadora Mercedes Estruch
A casi cuatro años de la sanción de la Ley de Talles, más de la mitad de los argentinos tiene dificultades para encontrar ropa de su talle. Así lo indicó la encuesta anual realizada por AnyBody Argentina, una organización que se encuentra en diferentes países y que fue una de las impulsoras de la normativa nacional. Según el relevamiento, el 53% de las más de 6 mil personas entrevistadas señalaron tener dificultades para encontrar talle “siempre” y “casi siempre”.
Mercedes Estruch, coordinadora de la organización, activista de la diversidad corporal y diplomada en Género, Política y Participación habló con La Marca de la Almohada sobre la problemática. “Esta encuesta la realizamos desde el 2012. En principio busca indagar sobre la experiencia de encontrar ropa en nuestro talle, pero también sobre el impacto psicosocial que esto tiene en nuestras en nuestras cotidianidades, e indaga bastante sobre la cultura de la dieta en la vida de las de las personas encuestadas”, definió.
El resultado fue que más de la mitad de los que respondieron, manifiesta que “siempre o casi siempre tiene dificultades para encontrarlo por en su talle”, y otro de los datos que les resultó muy gráfico de la industria textil, es que el 73% manifestó encontrar prendas que les gustaría vestir en taller único. “Esto qué quiere decir que hay una gran oferta de de ropa en un solo talle, y que eso hace que la mayoría no entre o no entre como desea. Es algo a lo que las mujeres estamos muy acostumbradas, y viene de esta idea de que todas deberíamos ser iguales, y si no deberíamos hacer algo para poder entrar en esos talles”, apuntó Estruch.
Según lo que pudieron indagar en todos estos años de trabajo, esta situación tiene que ver “primero “con que hay una sociedad que promulga que exista un solo tipo de modelo de cuerpo correcto, por lo que sobre todo las femineidades desde muy chiquitas se nos incentiva y se nos observa para ver cómo se van desarrollando nuestros cuerpos, con una referencia única de un cuerpo esbelto, delgado, que no puede tener muchas ni pocas curvas”, apuntó.
En tanto, estos estereotipos corporales “se trasladan también a la industria de la moda, en donde también lo más aceptado y está bien son los cuerpos pequeños y delgados, por lo que se reproduce en la indumentaria también es eso. Entonces, a las mujeres nos hacen la mitad de la ropa de un solo talle, y si no nos entra, hay otra industria que se va a encargar de intentar vendernos miles de productos para adelgazar o modificar nuestro cuerpo”, argumentó.
Por otro lado, se refirió a el argumento económico detrás de esa uniformidad: “La verdad es que cada vez contamos con más emprendedores o empresas que se animan a hacer diversidad de talles, y hablan de gran rentabilidad. Pero otro de los datos importantes es que el 60% de las encuestadas manifiesta que para acceder a determinados talles debe gastar más dinero. Tal vez no es que le sale más caro, pero al consumidor se lo hacen saber que si le hacen producir un talle un poco más grande, se lo van a cobrar más caro. Eso es completamente ilegal”, subrayó por último.