Un concejal ingresó dos pedidos de informe al Palacio Vasallo y dijo que los inspectores “admiten que deberían hacerse multas a sí mismos”
Al Concejo Municipal ingresaron dos proyectos que indagan sobre del estado de los vehículos que utilizan las áreas de Control del municipio, entre ellas Tránsito, bajo la sospecha de que no podrían superar una revisación técnica. “Los agentes nos admitieron que deberían hacerse multas a sí mismos. Los coches de la flota municipal no pasan una VTV (Verificación Técnica Vehicular)”, denunció su autor, el concejal Lisandro Cavatorta (PJ), quien reclamó mayor inversión para esas dependencias.
El presidente de la Comisión de Seguridad del Palacio Vasallo aseguró que el propio personal municipal le hizo llegar el reclamo, y que por eso el escrito presentado busca visibilizar “el pésimo estado de algunos elementos básicos que tienen para cuidarnos y para cuidar a sus trabajadores, por ejemplo los vehículos, el estado de las cubiertas, los frenos o la última vez que se compraron y entregaron cascos. En definitiva, conocer en qué condiciones están trabajando los agentes de la Secretaría de Control y cómo impacta eso en su trabajo diario”, detalló.
El edil relató que mantuvo diálogo con trabajadores municipales que le contaron, por ejemplo, que los cascos que usan “están en su mayoría vencidos”, o el mal estado de la flota municipal: “Incluso ellos me dicen que deberían hacerse multas a sí mismos. Este personal es esencial y debemos cuidarlos. El municipio los expone, porque no les da los medios adecuados para hacer su trabajo” resaltó.
Los propios trabajadores corroboraron el dato, al confirmar que si bien hay licitaciones en marcha, y el contexto es complejo por la cuestión financiera, es cierto que faltan móviles y motos nuevas, repuestos y mantenimiento, en Control y también en otras reparticiones. Y graficaron un dato muy claro: el parque automor de Rosario creció 400% en los últimos 10 años, pero hay 100 inspectores de Tránsito menos que en 2013.
En ese contexto, los proyectos presentados en el Palacio Vasallo solicitan al Poder Ejecutivo municipal precisiones sobre la situación de los vehículos municipales, conocer cómo se vienen realizando el trabajo de mantenimiento correspondiente, el estado de los cascos que usan a diario los inspectores y cuándo fue la última vez que se compraron. “Según indican los fabricantes de cascos y las normas IRAM, cada uno tiene una vida útil que va de 2 a 6 años, según la calidad de sus materiales”, apuntó.
Para Cavatorta, “algo similar pasa con los trabajadores que hacen los arreglos de las calles de Rosario, que ponen la cara y reciben cataratas de insultos y agresiones de la gente. Porque la ciudad no está en obras, la ciudad está en medio de un proceso anárquico, no planificado, de reparación de pavimento. La gente se la agarra con quienes están haciendo su trabajo en ese lugar y no con los funcionarios que los mandan”, dijo.
Condiciones laborales
El edil dijo que “sería fácil criticar al gobierno municipal por la falta de inversión en las áreas de control, por no planificar, por desentenderse de los conflictos que tenemos en los distintos barrios de la ciudad o insistir en la discusión sobre el rol del municipio en materia de seguridad”. En ese sentido, dijo que “no se compran vehículos desde 2016”, y que en el presupuesto 2023 “la inversión en recursos para robustecer la infraestructura y logística de las áreas de Control se limita a la compra de 15 motos y 25 bicicletas para Control Urbano. Una ciudad como Rosario, con su extensión y los problemas que tiene, merece otra cosa”, calificó.
No obstante, el integrante del cuerpo legislativo planteó la necesidad de “ir hacia algo más profundo: la necesidad de recuperar el ejemplo. Siempre decimos que la solución a los problemas comienza por casa: hagamos lo mismo. Invirtamos para cuidar mejor a los rosarinos. Este es un reclamo y una demanda constante, el municipio tiene que involucrarse cada vez más en la prevención del delito y las violencias. Para eso, tenemos que tener los medios adecuados e invertir mucho más de lo que se hace ahora”, lanzó.
En esa línea, pidió al municipio “que brinde elementos de trabajo en condiciones, que cuide al personal municipal, que le dé móviles seguros y dignos, con luces blancas, azules o del color que sea. Tenemos que hablar menos y hacer más: hay que volver a ganar la calle. Nunca le voy a exigir a este ni al próximo intendente lo que no puede hacer en materia de seguridad, pero sí lo que puede y hoy no se hace” cerró el concejal.
Según el archivo periodístico, la última gran compra de vehículos para las áreas de Control y Convivencia se produjo en noviembre de 2016, cuando gobernaba la ciudad Mónica Fein. El municipio presentó entonces 64 nuevos móviles: 17 camionetas doble cabina, 25 automóviles tipo Sedan, 20 motocicletas de distintas cilindradas, un furgón utilitario y un furgón de traslado de pasajeros. “Hemos incorporado camionetas, autos y motos que van a aportar a la emergencia en seguridad, donde el municipio se ha comprometido fuertemente y lo va a seguir haciendo”, dijo en el acto la ex intendenta.