Según el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, los departamentos de uno y dos dormitorios aumentaron 2,6% y 10% en un mes, mientras que los monoambientes quedaron estables. En la comparación anual, los incrementos rondan entre 67% y 86%, casi el doble de la inflación. Las expensas promedian un 16% extra y la oferta creció 12% respecto de 2024

El precio de los alquileres en Argentina registró en septiembre un salto que vuelve a poner en jaque a inquilinos y a quienes buscan vivienda. De acuerdo con el último relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), los departamentos de un dormitorio subieron 2,6% respecto de agosto, mientras que los de dos dormitorios treparon 10%. Los únicos que mantuvieron su valor fueron los monoambientes.
La comparación interanual muestra una dinámica aún más preocupante: los aumentos casi duplican la inflación en la mayoría de los casos. La mediana de los valores se ubica en $300.000 para monoambientes (66,7% más que un año atrás), $390.000 para dos ambientes (69,6%) y $550.000 para tres ambientes (86,4%).
El costo de la vivienda impacta de lleno en los ingresos. Un jubilado que percibe $390.277 debe destinar el 76,9% de su haber para pagar el alquiler de un monoambiente medio, sin contar expensas ni servicios. Un trabajador que cobra el Salario Mínimo Vital y Móvil ($322.200) necesita el 93,1% de su ingreso para el mismo gasto. En el caso de un maestro de grado sin antigüedad, el alquiler de un departamento de dos ambientes representa más de la mitad de su sueldo.
A este escenario se suma que las expensas promedian un 16,1% adicional sobre el precio de alquiler, lo que eleva aún más el gasto mensual.
En paralelo, el Índice para Contratos de Locación (ICL) del Banco Central marcó un incremento interanual de 50,1% al inicio de septiembre. Y si bien la cantidad de departamentos ofertados en el mercado creció 12,1% respecto de septiembre de 2024, la presión sobre los bolsillos de los inquilinos sigue en ascenso.