El precio se mantiene en $1.200 desde octubre, pero el costo real ya supera los $1.700, según datos del Ente de la Movilidad. Rosario quedó entre las diez ciudades más caras del país en un estudio de la UBA y el Conicet. La eliminación de subsidios nacionales forzó la discusión en el Ejecutivo local

El intendente Pablo Javkin analiza en estos días un posible aumento en el precio del boleto del transporte urbano de pasajeros en Rosario. La decisión se estudia a partir del último informe técnico del Ente de la Movilidad, que calculó en $1.746 el costo real del pasaje para el mes de junio. Actualmente, la tarifa se mantiene congelada en $1.200 desde octubre de 2024, lo que dejó a Rosario entre las diez ciudades con boleto más caro del país, según un relevamiento reciente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y el Conicet.
“No podemos seguir congelando el boleto en este contexto. Los subsidios nacionales desaparecieron, y hay que sostener el sistema”, transmiten en reserva desde el Ejecutivo local, donde reconocen que la definición llegará en agosto. La posibilidad de actualización se había pospuesto antes de las elecciones municipales del 29 de junio, pero con ese proceso ya superado, la discusión se reactivó.
El relevamiento de la UBA y el Conicet, que comparó los costos del transporte urbano en las principales ciudades del país, ubicó a Rosario con una tarifa de $1.200, superando a más de veinte localidades y apenas por debajo de Tandil ($1.204). La lista es encabezada por Bariloche con $1.985, seguida por Córdoba capital ($1.580) y Santa Fe ($1.440), ciudades que continuaron con sus actualizaciones tarifarias hasta mitad de año. Rosario, en cambio, detuvo su esquema de aumentos a fines de 2024.
La decisión de congelar el boleto hasta después de las elecciones fue política. Pero el corte del Fondo de Compensación al Transporte Público del Interior —resuelto por el gobierno de Javier Milei en febrero— dejó a las provincias y municipios sin respaldo financiero nacional. Desde entonces, el único subsidio vigente es la tarifa social, que además solo alcanza a usuarios del sistema SUBE.
En Rosario, el impacto de la eliminación de subsidios se hizo evidente en la demanda. Según cifras del Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), el uso del transporte público cayó un 6% en abril respecto al mismo mes del año anterior. A nivel local, el Concejo Municipal calculó que entre mayo de 2024 y mayo de 2025 se perdieron alrededor de 10 mil pasajes mensuales.
“Se sostuvieron los valores hasta donde se pudo, pero la diferencia entre el costo real y el valor del boleto es cada vez más difícil de cubrir”, admiten técnicos del Ente de la Movilidad. La brecha entre el precio actual y el costo estimado —más de $500— tensiona las finanzas del sistema y también la calidad del servicio.
En este marco, el Ejecutivo municipal busca consensuar un nuevo esquema que no solo contemple el alza inmediata del boleto, sino que habilite actualizaciones mensuales o bimestrales más automáticas, para evitar nuevos desfasajes.