El ministro de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Daniel Erbetta, consideró que el actual proceso de reforma constitucional representa “una oportunidad histórica” para la provincia. Además subrayó la necesidad de modernizar una Constitución “muy sabia para su tiempo, pero desactualizada tras la reforma nacional de 1994”

En el marco de la reforma constitucional de Santa Fe, el ministro de la Corte Suprema Daniel Erbetta presentó una propuesta integral sobre el funcionamiento y la organización del Poder Judicial. Con críticas al modelo tradicional del Consejo de la Magistratura y una firme defensa de la autonomía del Ministerio Público, el magistrado sostuvo que “la provincia tiene una oportunidad histórica para modernizar su justicia con reglas claras, sin costos innecesarios y con máxima independencia”.
En tanto consideró que el actual proceso de reforma constitucional representa “una oportunidad histórica” para la provincia. En diálogo con La Marca de la Almohada, subrayó la necesidad de modernizar una Constitución “muy sabia para su tiempo, pero desactualizada tras la reforma nacional de 1994”.
“Hace muchos años que vengo planteando la necesidad de Santa Fe de darse esta discusión. La reforma es necesaria y positiva, y ojalá logremos el mayor grado de legitimidad posible, basado en el consenso. Siento una sana envidia de no poder haber formado parte de la Convención”, expresó Erbetta.
El juez celebró que el proceso reformador incluya instancias reales de participación ciudadana, como la posibilidad de presentar propuestas y asistir como oradores ante las comisiones constituyentes.
Erbetta también explicó el enfoque que llevó la Corte a la Convención: “Presentamos acuerdos mínimos para que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) y el Servicio Público de la Defensa cuenten con autonomía funcional y autarquía financiera. En mi opinión, el MPA debe ser un órgano independiente de los tres poderes del Estado”.
Además, se mostró contrario a un Ministerio Público con “dos cabezas” —fiscal general y defensor general— proponiendo que ambos organismos sean autónomos, con plena capacidad para organizar una policía judicial que responda a sus necesidades de investigación.
En un tramo clave, Erbetta criticó el funcionamiento del Consejo de la Magistratura a nivel nacional, al que definió como “burocrático, costoso y fácilmente capturable por el poder político”.
Por eso propuso un mecanismo alternativo: un tribunal de concursos no permanente para seleccionar jueces por oposición y antecedentes, integrado por un profesor universitario, un juez o fiscal, un abogado y un representante de la sociedad civil. El método permitiría anticipar la cobertura de vacantes anuales sin recurrir a nuevos llamados.
“El gobernador seguiría eligiendo entre una terna vinculante y la Legislatura debería aprobar el pliego. Es un modelo que garantiza idoneidad sin gastos estructurales”, remarcó. Según el magistrado, una ley especial debería establecer la reglamentación de este proceso, sin necesidad de crear un organismo permanente.
La postura general de la Corte
Durante más de dos horas, los siete ministros de la Corte santafesina se reunieron con la Comisión de Poder Judicial y otros Órganos Constitucionales de la Convención. Allí, dejaron un paquete de propuestas entre las que destacan:
- Un Consejo de la Magistratura autónomo, con funciones limitadas a la selección de jueces, defensores y fiscales.
- La exclusión del Consejo en tareas administrativas, que seguirán bajo la órbita de la Corte.
- Autonomía funcional y autarquía financiera para el MPA y la Defensa Pública.
- Reforma en la estructura de los tribunales de revisión, promoviendo órganos unipersonales o colegiados, sin recurrir a las cámaras de apelación actuales.
- Establecimiento de un tribunal de enjuiciamiento para magistrados no supremos, y el mantenimiento del juicio político solo para ministros de la Corte.