• Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

Paula Durán: “Los precios se estabilizaron, pero en un nivel muy alto para la mayoría de los hogares”

Según la Usina de Datos de la UNR, un adulto necesitó en abril $400.859 para no caer bajo la línea de pobreza. La canasta alimentaria fue de $147.028. La estabilización de precios ocurre en niveles muy altos, advierten

En abril, un adulto en Rosario necesitó $400.859 para no ser considerado pobre y $147.028 para no caer en la indigencia, según el último informe de la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Aunque los valores muestran una leve baja en relación a marzo, los especialistas advierten que los precios se estabilizaron en un nivel muy elevado, difícil de afrontar para la mayoría de los hogares.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) descendió un 0,3% respecto al mes anterior, pero registra una suba interanual del 14,4%. Por su parte, la Canasta Básica Total (CBT), que incluye bienes y servicios no alimentarios, bajó un 0,4% mensual, con un aumento del 13,1% en relación a abril de 2023.

Paula Durán, coordinadora de la Usina de Datos, explicó que esta baja se debió principalmente a factores estacionales. “Hay un componente estacional muy fuerte en rubros como verduras, hortalizas y frutas que pesaron en esta baja. Por una cuestión estacional neutralizaron los aumentos marcados que hubo en otros rubros alimentarios, como las carnes y huevos”, indicó.

Los productos que más bajaron de precio fueron las raíces y tubérculos (-21,4%), verduras y hortalizas (-13,9%), frutas (-9,7%) y bebidas y jugos (-7,4%). En cambio, los huevos (11,8%), condimentos (10,1%) y carnes (9,4%) encabezaron las subas del mes.

A nivel familiar, los valores que establecen el umbral de pobreza e indigencia también reflejan el impacto del costo de vida. Una familia tipo de cuatro personas (dos adultos y dos menores) propietaria de su vivienda necesitó $1.193.609 para no ser pobre y $457.257 para cubrir solo sus necesidades alimentarias.

En el caso de un hogar monoparental, compuesto por un adulto y dos menores sin vivienda propia, el monto requerido para la CBT fue de $969.550, y para la CBA, de $319.051. Una pareja de jubilados que vive en su casa necesitó $580.909 para cubrir la canasta total y $220.542 para la alimentaria. Dos jóvenes adultos no propietarios requirieron $911.936 y $299.937, respectivamente.

Pese a la baja en algunos rubros, desde la Usina de Datos advierten que el deterioro del poder adquisitivo no se ha revertido. “Como tendencia general vemos una estabilización de precios en un nivel que es muy alto para lo que es el poder adquisitivo de la mayoría de los hogares”, sostuvo Durán. “El costo de vida tan elevado hace que las familias estén buscando resolver su subsistencia, lo que se traduce en mayor endeudamiento o uso de ahorros para afrontar gastos”.

El informe destaca que si bien se observa cierta estabilidad en los precios, ésta no implica una mejora en las condiciones de vida. “Nos parece importante tener en cuenta el nivel elevado en que quedaron ubicadas las canastas, porque son niveles altos comparados con los ingresos corrientes de la mayoría de los hogares”, concluyó la coordinadora de la Usina.