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Los jóvenes ante la transformación del consumo de información

Por: Mg. Silvana Comba, Mg. Edgardo Toledo y Lic Luciano Pamucio/ Docentes investigadores de Comunicación Social de la UNR

Una investigación que realizaron docentes de la Universidad Nacional de Rosario revela cómo se informan hoy las juventudes en un ambiente predominantemente digital, donde el acceso a información es constante y no siempre intencional. El smartphone es el dispositivo de acceso que privilegian ya que se informan principalmente a través de redes sociales y aplicaciones. Para eso desarrollan estrategias de seguimiento y verificación, asumiendo un rol  activo para evitar la desinformación.

Prefieren formatos visuales y audiovisuales en plataformas como TikTok e Instagram que ofrecen inmediatez y accesibilidad. Perciben al influencer como una fuente confiable y cercana, sobre todo en temas de relevancia social y política. En un contexto donde los algoritmos facilitan tanto como limitan sus experiencias de consumo, las juventudes están construyendo nuevas ciudadanías conectivas que redefinen sus formas de participación social.

Para arribar a estos hallazgos realizamos focus groups a estudiantes universitarios de 18 a 24 años que estaban cursando carreras de comunicación social y periodismo en 43 universidades latinoamericanas, en 9 países. La investigación es una iniciativa conjunta de un proyecto de la UNR e Investigar en red, un colectivo de docentes investigadores de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela.

Cómo se informan las juventudes

Las juventudes, en un ambiente de plataformas digitales y redes sociales, están transformando sus prácticas de consumo de información. Los dispositivos clásicos para el consumo de información –TV, radio, prensa gráfica- están siendo reemplazados cada vez más por el smartphone. El celular es la puerta de entrada al consumo incidental de contenidos informativos: las y los jóvenes ya no van en busca de información, sino que se encuentran con ella mientras scrollean/swipean la pantalla, inmersos en sus redes, en cualquier momento y lugar.

A partir del trabajo de campo observamos que no existe una única forma de consumir información. Según sus necesidades, las juventudes asumen diferentes modos de consumo y utilizan distintas plataformas y medios para interactuar con el contenido informativo. Analizamos las dinámicas de credibilidad, interacción y engagement que caracterizan este fenómeno y, a continuación, presentamos algunas de sus características.

Las juventudes pasan de una tarea a otra con fluidez. Por ejemplo, mientras están en sus teléfonos envían mensajes a sus amistades, hacen compras, juegan, se ponen al día con los chismes, escuchan podcasts y también acceden a contenido informativo. Perfeccionaron sofisticadas habilidades de búsqueda para evitar la sobrecarga de información, la información errónea y las fake news. Para eso usan newsletters y notificaciones de aplicaciones de noticias.

A la vez, necesitan formas sencillas de hacer un seguimiento y verificar la información que despertó su interés. Por otro lado, reclaman una narración que les atraiga, con un tono de voz apropiado y un diseño visual o audiovisual atractivo. Buscan como fuentes de información a personas que conocen o sienten que conocen (por ejemplo, sus influencers favoritos). Esto es particularmente cierto en las campañas políticas, donde prestan atención a la comunicación interpersonal con familiares, amistades y referentes. Privilegian información que puedan compartir y les haga sentir actualizados, conectados y socialmente validados.

Su vínculo con la información se traduce en lo que deben saber (hasta cierto punto), pero también lo que es útil saber, lo que es interesante saber y lo que es divertido saber. Por eso eligen contenidos que les eduquen, mejoren sus habilidades y les inspiren. La información y la entretención cada vez más se entrecruzan y se mezclan generando nuevas narrativas, como ocurre en los programas de streaming donde decodifican adecuadamente los contenidos.

Evitar las noticias

Un fenómeno que hemos observado, y que cada vez cobra mayor relevancia, es la evitación de las noticias entre adultos jóvenes que entrevistamos. Hay varias razones por las cuales manifestaron evitarlas. Ciertos temas (por ejemplo, los tiroteos en las calles de Rosario) y la forma en que son presentados (especialmente por la televisión) pueden ser deprimentes e inducir cambios de humor que les desencadenan tristeza, miedo, ira o una sensación de impotencia, lo cual les conduce a evitar ese tipo de información. Otras emociones se vinculan con la ansiedad y el agotamiento por la sobrecarga de información recibida. También evitan las noticias porque sienten que no pueden hacer nada frente a lo que pasa.

Otro motivo de la evitación está relacionado con la desconfianza hacia los medios de comunicación y los contenidos que generan, particularmente el abordaje que hace el periodismo donde lo que predomina es el interés comercial o político.

La creciente polarización política en las democracias occidentales ha llevado también a una polarización mediática y, con ello, a una pérdida de confianza de la ciudadanía en los medios con los que no coincide ideológicamente.