La comunidad científica enfrenta un momento difícil tras confirmarse que el Conicet no tendrá ingresos ni podrá financiar proyectos en todo el año, a pesar de contar con 800 cargos ya evaluados y aprobados. Marianela Scocco, investigadora y delegada de ATE, advirtió sobre la paralización de investigaciones, la falta de recursos y el impacto en Rosario, uno de los principales polos científicos, agravando la fuga de talentos hacia el exterior
La comunidad científica enfrenta un panorama alarmante, tras confirmarse que el Conicet no contratará investigadores ni becarios este año, a pesar de que 800 personas ya habían sido evaluadas y tenían cargos asignados. En Rosario, el impacto de esta medida no solo compromete el desarrollo científico, sino que también profundiza la fuga de talentos hacia el exterior.
En diálogo con La Marca de la Almohada, Marianela Scocco, doctora en Historia, investigadora del Conicet y delegada de ATE, describió la gravedad de la situación: “En Rosario, como en todo el país, no hay ingresos de investigadores, personal de apoyo ni de artículos 9, quienes cumplen funciones administrativas y técnicas. Es la primera vez en mucho tiempo que pasamos más de un año sin efectivizaciones”.
Los 800 cargos pendientes ya habían superado exhaustivas evaluaciones, un requisito característico de la institución. Sin embargo, según Scocco, “aunque han sido concursados y evaluados, siguen sin ser dados de alta”.
A esto se suma la suspensión de la Ley de Financiamiento para Ciencia y Tecnología, enmarcada en la emergencia económica estipulada por la Ley de Bases sancionada en julio. Con un presupuesto para 2025 inferior al ya escaso actual, los proyectos financiados enfrentan un serio riesgo.
“Muchos proyectos que ya habían sido aprobados y financiados este año no han recibido recursos para su continuidad. Es una paralización encubierta; no se les da de baja, pero tampoco se otorgan fondos”, explicó Scocco. Esta situación impacta tanto en investigaciones básicas como aplicadas, dificultando avances en áreas críticas.
El ajuste no solo afecta a la ciencia y tecnología, sino también al personal del Conicet. “No hay concursos para ascender en las categorías laborales, lo que paraliza también el crecimiento profesional dentro de la institución”, agregó la investigadora.
Desde ATE y otras entidades sindicales, intentaron comunicarse con las autoridades del Conicet para encontrar respuestas. Sin embargo, según Scocco, “el director del Conicet jamás atendió a los actores sindicales. Solo a través de reuniones con otros miembros del directorio supimos que este año no habrá ingresos ni concursos. Nos enteramos de las medidas por los medios de comunicación”.
El impacto de estas decisiones ya se hace evidente en Rosario, un centro clave para la actividad científica nacional. Sin nuevos ingresos ni proyectos financiados, muchos investigadores buscan alternativas fuera del país. “La fuga de cerebros es una realidad. Argentina tiene equipos de excelencia internacional, pero la falta de condiciones para trabajar y progresar profesionalmente empuja a muchos a irse”, advirtió Scocco.
La falta de financiamiento tiene consecuencias que trascienden lo laboral, impactando directamente en la capacidad de innovación del país. “La investigación científica no es un lujo, es una inversión estratégica. Sin recursos ni profesionales, se pone en jaque el desarrollo a largo plazo de Argentina”, concluyó Scocco.
Con el Presupuesto 2025 aún en debate, los trabajadores del Conicet mantienen sus reclamos por un aumento de recursos y la reapertura de ingresos. Las consecuencias de estas políticas, sin embargo, ya son palpables y podrían comprometer el futuro de la ciencia en el país por años.