Las politólogas Flavia Freidenberg (UNAM) y Analía Orr (UNPSJB) analizaron el contexto latinoamericano con el advenimiento de procesos democráticos con liderazgos antipluralistas en Apuntes y Resumen.
En el marco del Congreso sobre Democracia, Jorgelina Hiba y Diego Fiori entrevistaron a Flavia Freidenberg, Doctora en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca y Máster en Estudios Latinoamericanos por la misma Universidad, Profesora del Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM-México y Analía Orr, politóloga, profesora Adjunta Regular de Sistemas Políticos Comparados en la Facultad de Humanidades y Cs. Sociales de la UNPSJB (Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco) brindaron su mirada sobre los escenarios actuales de la política latinoamericana; el desarrollo de la Red de Politólogas y la importancia de este evento en la generación de conocimiento.
“Hay que hacer un gran diagnóstico para saber por qué la ciudadanía elige a estos liderazgos de derechas radicalizadas o ultraderechas, aunque en otros países no son necesariamente de derecha, son izquierdas que también necesita una reflexión”, dijo Flavia Freidenberg, quien advirtió “soy cuidadosa de estigmatizar a una sola parte del sistema democrático”.
Entre las preguntas que sobrevuelan la charla están ¿Qué hacer con los partidos antisistemas?
“Deberíamos hacer una gran reflexión colectiva para saber que llevan a la sociedad a elegir liderazgos antipluralistas que cuando hablan insultan, menosprecian, generan discursos de odio con el que piensa distinto y esto ninguna democracia debería permitir”, afirma.
Para Freidenberg “hay casos muy preocupantes en los que no tienen democracias y otros en donde existen pero tienen experiencias que se vuelven difíciles. Ya no es una grieta de la que estábamos acostumbrados; ahora hablamos de polarización afectiva y hay que construir sobre esta base mundos de convivencia y espacios cívicos plurales abiertos”.
En este sentido le confiera un importante papel al periodismo en estos gobiernos que son “electos democráticamente pero desarrollan sus prácticas denostando a las democracias”
Como respuesta afirma que se debe “trabajar en los fusibles que van a funcionar como resistencia a este tipos de democracias”.
La politóloga marcó la importancia de los partidos políticos pero afirmó que hoy “cada vez me convenzo más que no entienden, que no entienden”.
“Este es el problema”, señala y lo analiza: “están en crisis las estructuras de intermediación, la manera en que se vinculan con la gente en momentos no electoral y cuando ejercen el cargo no generan resultados para la distribución del bienestar”.
“La democracia no es responsable de los que no cumplen con lo que prometen, es un problema de los actores”.
Otra de las preguntas que aparecieron es: ¿Qué hago yo todos los días por la democracia?
“Es imposible vivir en democracia sin pluralismo, sin conversación pública”.
En cuanto al Congreso sobre Democracia, la politóloga enfatizó que cada vez que viene encuentra “mucho conocimiento y con bibliografía viva”.
“La ciencia política tiene que pensar en los problemas de la ciudadanía y uno de los grandes dilemas es cómo hacer para fortalecer las democracias frente a sectores representados por liderazgos que cuestionan el corazón de las mismas”.
Por su parte Analía Orr manifestó que “las tendencias globales nos impactan en nuestro cuerpo, nos afectan los ataques a los avances en términos de derechos de géneros. Como todo ciclo político tiene su tiempo y lo sabemos porque lo hemos estudiado, va a ser muy importante transformar esta desazón actual que producen estos ataques y el desmantelamiento de políticas de género y transformar esto en propuestas que nos conduzcan a otras posibilidades en un tiempo que va a llegar, porque la política es así. Hay un inicio y habrá un final. Aunque transitar esto no será sencillo desde lo emocional”.
La politóloga del sur argentino afirma que “las condiciones en las que nos toca producir son difíciles, con incertidumbre sobre nuestros saberes y formas de vida y ni hablar del desfinanciamiento de ciencia y tecnología y las universidades en su conjunto; pero este momento también es un desafío porque la peor derrota es transformarse en el espejo de eso que no queremos”.
RED DE POLITÓLOGAS
Al mismo tiempo Flavia Freidenberg comentó sobre el surgimiento de este colectivo de mujeres que se produce por las “desigualdades de géneros en política, porque en todos los paneles y conferencias las mujeres no estábamos por falta de capacidades; entonces un día decidimos convocar a colegas y ya somos 904 mujeres de 32 países que generan una comunidad muy plural ideológica, teórica y profesionalmente”
A la Red de Politólogas se acceso por invitación con un requisito que es que quien desee ingresar deber tener una maestría realizada.
“En un mundo en que nos enseñaron a competir, nosotras elegimos colaborar y cooperar”, finalizó.