El presidente Javier Milei reaccionó ante la toma de facultades a lo largo y ancho de todo el país y en una entrevista se contradijo de lo que sostuvo el fin de semana. Aunque manifestó que la universidad no es gratuita actualmente porque la pagan quienes no van a sus aulas, dijo que no iba a modificar el actual regimen y que si el Congreso quiere una ley de financiamiento expliquen de donde se sacarán los fondos para ello.
A contramano de lo que sostuvo el sábado pasado cuando planteó que la universidad gratuita implicaba que los pobres que nunca acceden a sus aulas subsidiaran a los hijos de las clases medias altas y altas que sí pueden hacerlo, el presidente Javier Milei aseguró este lunes que no está en sus planes arancelar las casas de estudio.
“La universidad va a seguir siendo pública y no arancelada, eso no se toca”, aclaró el primer mandatario durante una entrevista que le dio al periodista Antonio Laje en LN+, el canal que lo tiene como abonado en distintas notas hechas por un reducido grupo de periodistas que no repreguntan.
“Acá no está en discusión la universidad pública y no está en discusión el tema de que es no arancelada, porque gratuita no es, alguien la está pagando y en este caso la paga mayormente los que no van”, remarcó.
El jefe del Estado dijo que lo que sí está en discusión es el control de los fondos que van al sistema universitario y volvió a acusar a los rectores de no dejarse auditar, lo que es una falaz mentira ya que las universidades nacionales son auditadas año a año. “Todos los que hacen este revuelo… ¿acaso están a favor de que se utilicen las universidades políticamente para robar en beneficio de delincuentes de la política?¿Ustedes están a favor del robo? Como esto está siendo pagado por todos los argentinos, creo que corresponde que esos fondos tengan que ser auditados”, dijo Milei con su característico tono agraviante, en este caso contra los rectores de las universidades.
“El que no quiere ser auditado es un chorro. ¿Por qué no quieren ser auditados? Porque la política utiliza las universidades para financiarse, para financiar la mugre de la política”, insistió el presidente desconociendo que las casas de estudio, que destinan el 90% de sus ingresos al pago de salarios y por ello el gobierno nacional puede controlar directamente el destino del dinero, son auditadas.
El mandatario reiteró que el problema que tenía la ley de financiamiento universitario que fue aprobada por el Congreso y que él se encargó de vetar, es que “no justificaba de dónde se sacaban los fondos” para hacer frente al aumento salarial y que la vetó porque “el déficit cero es innegociable”.
En ese marco, desafió a la oposición a que presente un nuevo proyecto que especifique de dónde saldrán los recursos sin generar déficit fiscal.
“Los docentes no están bien pagos, es algo histórico. Y los tipos que no lo arreglaron me vienen a pedir que arregle algo que pasa hace 40 años. Y yo estoy dispuesto a arreglarlo, lo que estoy diciendo es que me digan cómo lo hacemos”, cuestionó.
“Acá está el presupuesto, díganme cómo lo vamos a arreglar: yo pago los intereses de la deuda, con el resto hagan lo que quieran, pero no voy a subir los impuestos ni tomar deuda nueva”, agregó.